recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

martes, 23 de julio de 2019

¡Qué Salvador!


Medita En
“Me invocará, y Yo le responderé; con él estaré Yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré”.  (Salmos 91:15, RVR60)
Tenemos un Dios que quiere que corramos hacia Él.  Y en el momento en que lo hagamos, Él ha prometido que va a respondernos.  No dijo “podría” o “tal vez”, sino un definitivo “Yo le responderé”.  Y no se limitó solamente a asegurarnos que Él nos responderá.  Él fue más allá y dejó constancia para la toda la eternidad, diciendo: “Con Él estaré Yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré”.
¿Sabes por qué podemos tener la seguridad de que cuando lo llamemos, Él nos responderá?  Es debido al intercambio divino que tuvo lugar en la cruz, donde nuestro Señor Jesús clamó: “Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué Me has abandonado?” (Mat. 27:46)  Él fue abandonado —fue dejado indefenso, completamente abandonado y apartado— para que hoy nosotros podamos tener la confianza de que nuestro Padre celestial nunca nos dejará ni nos abandonará. (Ver Heb. 13:5)  ¡Qué Salvador!
¿No te sientes tan amado y tan apreciado por nuestro Señor?  Él hizo que sea muy fácil para nosotros recibir Sus promesas —nuestra parte es simplemente invocarlo y permitirle ser nuestro Dios.  ¡Lo que sea que estés pasando hoy, invócalo ahora mismo y Él te librará y te glorificará!
Cada vez que yo estoy preocupado, le digo al Señor: “Señor, estoy preocupado por esta situación, pero la pongo en Tus manos perforadas ahora mismo.  Yo entrego en Tus manos toda mi preocupación, ansiedad e inquietud en esta área”.  Luego, yo recibo Su paz y cuando el enemigo intenta disparar nuevas flechas de temor a mi corazón y a mi mente, me recuerdo a mí mismo que la situación ya está en las manos del Señor.  ¡Me recuerdo a mí mismo la promesa de que Él me librará!
¿Estás viviendo con ataques de pánico, temor y ansiedad crónica?  No permitas que el diablo te paralice con todo tipo de imágenes mentales negativas o repitiendo el peor escenario en tu cabeza una y otra vez.  ¡Invoca a tu Salvador Jesucristo!  Él quiere que eches "toda tu ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ti”. (1Ped. 5:7)  Tú no eres una oveja sin Pastor, así que deja de tratar de cargar todas tus preocupaciones sobre tus propios hombros.
Sea que se trate de un síntoma físico, un problema financiero o una situación familiar lo que te preocupa, invócalo a Él y permite que Su paz proteja sobrenaturalmente tu corazón en cada área que estés ansioso. (Ver Fil. 4:6–7)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario