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domingo, 14 de julio de 2019

Si Tan Solo Supieras


Medita En
“Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a Mí, y Yo te daría agua viva…Cualquiera que beba de esta agua [del pozo] pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que Yo doy no tendrán sed jamás.  Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna”.  (Juan 4:10, 13–14, NTV)
Juan 4 cuenta la historia de una mujer samaritana rechazada que se encontró con Jesús cuando llegó a sacar agua a un pozo.  Cuando ella le preguntó a Jesús por qué Él (un judío) le pedía a ella (una despreciable samaritana) un trago de agua, esta fue Su asombrosa respuesta: Que ella le pediría a Él agua viva, lo único que la satisfaría por dentro y apagaría su profunda sed de aceptación y amor, para siempre.
¡Qué maravilloso Salvador!  Aunque esta mujer tenía un pasado en el que buscaba el amor en todos los lugares equivocados y éste la aprisionaba en vergüenza y autorechazo, Jesús la encontró en su punto de mayor necesidad y se ofreció a Sí Mismo, el agua viva.  Él sabía todo lo que ella había hecho y aun así, le ofreció la verdadera intimidad que satisface plenamente todas las necesidades dolorosas.  La invitó a descubrir, probar y experimentar Su amor perfecto e incondicional.
Jesús te dice a ti lo mismo hoy: Si tan solo supieras quién es El que viene a ti en tus momentos más oscuros y débiles.  Si tan solo supieras que Este regalo de Dios nunca te dejará ni te abandonará, que ha ido delante de ti y que viene a ti en medio de tus tormentas.  Si tan solo supieras que El que se acerca a ti, incluso cuando has fallado, no guarda contra ti ninguno de tus errores pasados, ni fallas del presente.
Amado, si tan solo conocieras Este regalo de Dios que te ofrece el agua viva de Su infinito amor incondicional y bebieras de ese amor, tú nunca volverías a tener sed.  No necesitarías buscar amor o aceptación en todos los lugares equivocados, ni tener tu corazón roto y temeroso del futuro, ni tener una vida descarrilada.  Tú podrías levantarte con una fresca expectativa de bien todos los días.
Jesús, en esencia, estaba invitando a la mujer a pedirle a Él del agua viva de Su amor.  ¿Harías eso hoy?  ¡Tu vida nunca volverá a ser la misma cuando experimentes personalmente Su amor!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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