Juan 21:9, 12
Entonces,
cuando bajaron a tierra, vieron brasas ya puestas y un pescado
colocado sobre ellas, y pan… Jesús les dijo: “Venid y desayunad…”
Como
muchos padres, Wendy y yo oramos por nuestra hija Jessica todas las noches
antes de que ella se duerma. Cuando
Jessica tenía dos años de edad, decidimos orar por que sus pañales no se
desbordaran durante la noche. Que sus
pañales no se desbordaran podía ser algo pequeño, pero sabíamos que esto haría que
nuestra niña durmiera cómodamente cada noche. Y después de que comenzamos a orar por esto,
nos dimos cuenta de que sus pañales no se desbordaban.
Ese
incidente me hizo darme cuenta de que nuestro Dios no sólo está interesado en
las cosas grandes que nos afectan. Él se
incomoda y se preocupa por las cosas pequeñas que también nos afectan. No hay nada que pueda ser demasiado
insignificante para Él. Así que no seas
como algunas personas religiosas que tienen esta idea de que Dios sólo quiere
que llevemos los problemas grandes a Él, y no quiere que le molestemos con los
problemas pequeños.
Nada
podría estar más lejos de la verdad. Dios
se preocupa por todo lo que tú experimentas, desde una pequeña úlcera en tu boca,
hasta tus preocupaciones sobre la economía mundial. Incluso cuando le hablas de los inconvenientes
que podrían surgir si el autobús llega tarde, Él toma nota de eso también. De hecho, cuando se llega a Él a menudo acerca
de cualquier cosa y de todo en tu vida diaria, tú lo felicitas porque le estás
diciendo que Él es tu Dios; papá que te guarda.
Jesús
representa al corazón del Padre y Su voluntad, cuando Él estuvo en la tierra
(Juan 5:19). Él
se preocupó cuando Sus discípulos pasaron toda la noche en el mar, con frío y
temblando. Se preocupó cuando no
pescaron nada durante toda la noche (Juan 21: 3). Se preocupó que no tendrían pescado para
vender. Así que, temprano a la mañana
siguiente les dio una enorme captura (Juan 21:5-6) Él sabía que estaban pasando
frío y hambre, así que Él preparó el desayuno para ellos, servido sobre un
fuego de brasas para mantenerlos calientes.
Jesús
nos enseñó que Dios es nuestro amoroso Padre celestial que se preocupa por las
cosas grandes y pequeñas que ocurren todos los días en nuestras vidas. Nada escapa a los ojos de Dios, porque Él te
ama!
Pensamiento Del Día
Dios no sólo está interesado en las grandes cosas
que nos afectan. Él se incomoda y se
preocupa también por las cosas pequeñas.