Pero
Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.
Romanos
5:8
Imagina este escenario: Tu llanta del carro está
desinflada y ya estás tarde para irte al trabajo. En la oficina, te enteras que alguien más
obtuvo la promoción que esperabas para ti.
Seguidamente, recibes una llamada de tu casa informándote que las
tuberías de tu cocina tienen fuga otra vez.
Al poco tiempo, escuchas una voz que te dice: “Si Dios te ama tanto,
¿cómo pueden estar pasándote todas estas cosas?”
Tal vez te estés haciendo la misma pregunta hoy y
cuestionándote si Dios realmente te ama.
Bien, quiero que sepas que tú nunca debes juzgar el amor de Dios por
ti en base a tus situaciones. No, en
vez de eso, ¡mira a la cruz! La cruz
es el símbolo indudable del amor de Dios
por ti. Y es en la cruz que “Dios
demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros”.
Una adolescente aprendió que la cruz ciertamente
habla de lo mucho que Dios la ama. En un
momento de su vida, ella contemplaba el suicido como el único camino para salir
de sus problemas de salud. Ella tenía la
intención de tomar varias tabletas de Panadol con una botella de vodka. Estaba ya lista para morir, cuando sin
ninguna intención, comenzó a dar click a algunas de las canciones de su
computadora. Y de todas las canciones
que estaban en su pantalla, ella escogió una hermosa canción escrita por uno de
los músicos de nuestra iglesia.
La letra de la canción, cantada por uno de los
vocalistas de nuestra iglesia, habla de estar
sostenido por el amor de Dios y de ser altamente precioso a Su vista. Esto conmovió a la jovencita. Sentir que un Dios maravilloso, con Su asombroso amor estaba tratando de llegar a
ella, la hizo abandonar su plan de suicidio. No mucho tiempo después de esto, ella
escribió a nuestra iglesia, e incluso conoció al líder de alabanza que cantaba
esta canción. Este líder de alabanza le
dio consejos y ella llegó a saber lo mucho que Dios la ama y cómo Él ha demostrado
Su amor por ella por medio de la cruz.
Amado, cuando revises tu vida y te encuentres
preguntándote si Dios realmente te ama, mira
hacia la cruz y observa los brazos de Dios abiertos para ti. ¡Esto va a recordarte y a reafirmarte lo
mucho que Él te ama!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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