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domingo, 5 de agosto de 2018

Agradece –Tu Camino Hacia Mayores Bendiciones


Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz.
Lucas 17:15
Las personas que tienen un corazón agradecido, están siempre alabando a Dios.  A menudo los escuchas decir: “¡Dios es bueno!  Ellos saben que Dios es la razón de todas las bendiciones que reciben.
Pero están también aquellos que buscan a Dios por las bendiciones, y cuando son bendecidos, simplemente siguen su camino, felices.  Sus corazones han sido cautivados por las bendiciones, en vez de por Aquel que los ha bendecido. 
Jesús tuvo un encuentro con los dos tipos de personas, un día mientras caminaba hacia una aldea.  Diez hombres leprosos gritaron a Él: “¡Jesús, Maestro!  ¡Ten misericordia de nosotros!  (Lucas 17:13)  Ahora bien, cuando tú clamas a Jesús por misericordia, Él siempre te escucha.  En otra ocasión, cuando dos hombres ciegos gritaban a Él: “¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!  Él hizo tiempo para hacerles sus milagros. (Mateo 9:17-20)
Entonces, estos 10 hombres leprosos, clamaban a Él por misericordia.  Él se detuvo, los vio y les dijo: “Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.  (Lucas 17:14)  Pero solo uno de ellos regresó y cayó a los pies de Jesús, dándole gracias.  Fijate en las palabras tan tristes que siguieron de parte de Jesús: “¿No fueron diez los que quedaron limpios?  Y los otros nueve, ¿dónde están?  (Lucas 17:17)
Los otros nueve hombres, obviamente sabían que había sido Jesús quien los había sanado.  Sin embargo, no se preocuparon por buscarlo y darle las gracias.  Mi amigo, que se diga de ti que cuando las bendiciones vienen, tú recuerdas darle la alabanza, la gloria y el honor a Dios, y agradecerle porque Él es la fuente de todas las bendiciones en tu vida.
¿Sabías que cuando el hombre regresó a darle gracias a Jesús, Él recibió la bendición adicional de tener plenitud?  Jesús le dijo: “Levántate y vete; tu fe te ha sanado (hasta la plenitud).”  (Lucas 17:19)  Él no solo había sido limpio de la lepra, ¡también había recibido los dedos de su manos y pies que había perdido!
Mi amigo, cuando tu corazón está agradecido con Dios, te posicionas a ti mismo para bendiciones aún mayores.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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