Te pondrá
el Señor a la cabeza y no a la cola, sólo estarás encima y nunca
estarás debajo…
Deuteronomio
28:13
Uno de los
miembros de nuestra iglesia, vio que su rendimiento en ventas tocó fondo a
mediados de año. Como resultado, se le clasificó como el número 320, entre los 420 asesores
financieros de su empresa.
Devastado y
a punto de darse por vencido, comenzó a escuchar mis mensajes y a reclamar las promesas de Dios, como: “Te pondrá
el Señor a la cabeza y no a la cola, sólo estarás encima y nunca
estarás debajo” y “muchos primeros serán últimos, y los últimos,
primeros”. (Mateo 19:30)
Él confió todo a Dios porque creyó que solo Dios podía cambiar las cosas para él. Y Dios hizo justo eso.
A finales de
ese año, fue clasificado el
segundo en su rama, ¡y el 10mo en toda la compañía!
Calificó para un viaje para dos personas a Barcelona, España, con un valor de
cerca de S$20,000. Y eso no fue todo. Por primera vez en sus 12
años como asesor financiero, él califico para
el Premio de la Mesa Redonda del Millón de Dólares. Solo el seis por
ciento superior de los
asesores de toda la industria, califican para este premio internacional.
Amado, cuando Dios te hace la cabeza, tú vas a terminar por encima de tus
circunstancias.
Piensa en la historia de José. (Génesis 39) Incluso cuando él era
esclavo, él era la cabeza y no la cola, porque Dios prosperaba
todo lo que él hacía.
“Pero Pastor
Prince, cuando yo veo mi vida, hay momentos en los que estoy encima y momentos
en los que estoy debajo. Sin embargo, la Biblia dice que yo solo estaré
encima. No entiendo esto.”
Eso por lo
que estás pasando es solo temporal. Mantente creyendo que
tú solo estás encima y no debajo, incluso cuando hayas tocado fondo. Es Dios quien siempre hace que tú triunfes, en Cristo. (2
Corintios 2:14). Tú no puedes hacerte triunfar a ti mismo. Solo Dios puede y Él ha prometido en Su Palabra que tú serás la cabeza y no la
cola, que solo estarás encima, y nunca estarás debajo. Así
que, ¡cree Su Palabra a pesar de tus circunstancias y espera a ver la
victoria!
Viendo a
través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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