Efesios 2:7
A fin de poder mostrar en los siglos venideros las
sobreabundantes riquezas de Su gracia por Su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús.
¿Alguna
vez ha sacado las cosas fuera de proporción y te has enfadado con Dios cuando pasabas
por un momento difícil? Esto le sucedió
a los discípulos de Jesús, cuando una tormenta les golpeó fuerte. En su temor a ahogarse, ellos clamaron a
Jesús, quien estaba tomando una muy necesaria siesta en el barco, “Maestro, ¿no
te importa que perezcamos?” (Marcos 4:38).
Por
haberlo acusado de no preocuparse por ellos, se podría pensar que recibieron
una reprimenda de Jesús. Pero fue el
viento quien recibió Su reprensión, y una gran calma siguió (Marcos 4:39). Debido a la ternura de Su corazón por los Suyos,
Jesús no perdió el tiempo ofendiéndose. En
cambio, Él no perdió tiempo para hacerse cargo del problema que le había
causado a Sus discípulos ansiedad y miedo.
Esto
también le sucedió a dos hermanas, Marta y María, quienes no dudaron en hacer
saber a Jesús cómo se sentían cuando Él finalmente apareció días después de que
su hermano Lázaro había muerto. Ambas
hermanas, le hicieron la misma observación: “Señor, si hubieras estado aquí, mi
hermano no habría muerto” (Juan 11:21, 32).
Ambas
hermanas habían visto los milagros de misericordia y amor de Jesús. Ahora, en su dolor, se centraron en cómo Él
podría haber evitado la muerte de su hermano, pero no lo hizo. Ellas no conocían Su corazón —la ternura que
éste sentía por ellas y cómo Su ayuda nunca iba a fallarles, sino que incluso
se extendería hasta levantar a su hermano de la muerte (Juan 11:41-44).
Amado,
tu Padre celestial te ve tratando de mantenerte a flote cuando estás en medio
de una tormenta. Él te ve tratando de
proveer para ti y tu familia, y pensando: “¡Si yo no me hago cargo de estas
cosas, nadie más lo hará!” Y Él quiere que
tú conozcas la ternura que Su corazón siente por ti, cómo Él no se ofende por
todas las cosas malas que tú hayas dicho alguna vez de Él o a Él. Él quiere que sepas lo mucho que Él quiere y que
va a ayudarte y a bendecirte. Así que, ¡sigue
adelante y experimenta de nuevo las sobreabundantes riquezas de Su gracia por Su
bondad para ti!
Pensamiento
Del Día
En medio de tu tormenta, Jesús quiere que tú sepas
que Él quiere y va a ayudarte y a bendecirte.