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viernes, 3 de abril de 2020

DÍA 3: NO SEAS ROBADO


DÍA 3
Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. —Colosenses 2:8
En la lectura de ayer, espero que hayas visto claramente que en 1 Corintios 11, el Apóstol Pablo no dice que aquellos que son indignos no pueden participar de la Santa Cena.  Vuelve a leer esos versículos detenidamente.  Pablo estaba hablando acerca de la manera indigna en la que uno participa de la Santa Cena.  Él estaba escribiendo a la Iglesia de Corinto, cuyos miembros estaban tratando la Cena del Señor con irreverencia, comiendo para satisfacer su hambre, sin consideración por los demás e incluso emborrachándose. (1Cor. 11:20-22, AMP)
Es claro que Pablo los estaba corrigiendo porque trataban la Cena del Señor como cualquier otra comida, en lugar de participar de ella de una manera que fuera digna de lo que nuestro Señor Jesús había ordenado que fuera.  Ellos estaban tratando la Santa Cena como algo ordinario, en lugar de verla como algo santo y reservado.
Para nosotros hoy, participar de la Santa Cena de una manera indigna es tratar los elementos de la Santa Cena como algo común, insignificante y sin poder.  Es tratar a los elementos de la Santa Cena como algo natural y ordinario, como nada más que un pedazo de pan y algo de jugo, y fallar en reconocer la fuerza potente y sagrada que tenemos en nuestras manos.  Es menospreciar los elementos y ser como los hijos de Israel, para quienes el maná que Dios en Su gracia les proveyó, se hizo tan familiar que ellos veían ese pan del cielo como algo detestable. (Num. 21:5)  Es simplemente seguir los movimientos para comer el pan y tomar la copa, sin valorar el significado y el poder que estos poseen.
Quizás tú nunca hayas entendido por qué los cristianos participan de la Santa Cena.  Tal vez para ti sea solo un ritual vacío, algo que haces porque tu iglesia lo realiza ocasionalmente.  Tal vez tú estás participando de la Santa Cena porque escuchaste testimonios de sanidad de otras personas y esperas que esto pueda obrar su “magia” para ti también.  O quizás tú lo ves como una costumbre sentimental o una tradición pintoresca que simplemente recuerda a los cristianos sobre las raíces de su fe.
Si alguno de esos quizás te describe, déjame decirte que has sido robado.  La buena noticia es que Dios está llegando a ti a través de este texto, para darte un entendimiento claro acerca de lo que la Santa cena en verdad es.  Yo oro que a medida que tú te mantengas leyendo estos devocionales, tus ojos sean abiertos y tu cuerpo reciba completamente el poder sanador de la Santa Cena!
EL PENSAMIENTO DE HOY
La Biblia dice que el pueblo de Dios fue destruido “por falta de conocimiento.” (Oseas 4:6)  ¡Tu falta de conocimiento acerca de lo que la Santa Cena en verdad es, te ha estado destruyendo y tú ni siquiera lo sabías!  Es tiempo de tomar de vuelta lo que el enemigo te había robado.
LA ORACIÓN DE HOY
Padre Dios, gracias por mostrarme que los elementos de la Santa Cena no son algo común, insignificante y sin poder, sino que son poderosos para llevar a cabo la sanidad que Tú quieres que yo experimente.  Gracias por Tu Palabra que renueva mi mente y por Tus verdades eternas acerca de la Santa Cena.  Yo declaro que este poder ya no me será robado.  Amén.
—Joseph Prince
Devocionales “El Poder Sanador De La Santa Cena”

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