DÍA 3
Mirad que nadie os
haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición
de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según
Cristo. —Colosenses 2:8
En
la lectura de ayer, espero que hayas visto claramente que en 1 Corintios 11, el
Apóstol Pablo no dice que aquellos que son indignos
no pueden participar de la Santa Cena. Vuelve
a leer esos versículos detenidamente. Pablo
estaba hablando acerca de la manera
indigna en la que uno participa de la Santa Cena. Él estaba escribiendo a la Iglesia de
Corinto, cuyos miembros estaban tratando la Cena del Señor con irreverencia,
comiendo para satisfacer su hambre, sin consideración por los demás e incluso emborrachándose.
(1Cor. 11:20-22, AMP)
Es claro que Pablo los estaba corrigiendo
porque trataban la Cena del Señor como cualquier otra comida, en lugar de
participar de ella de una manera que
fuera digna de lo que nuestro Señor Jesús había ordenado que fuera. Ellos estaban tratando la Santa Cena como
algo ordinario, en lugar de verla como algo santo y reservado.
Para nosotros hoy, participar de la Santa Cena
de una manera indigna es tratar los elementos de la Santa Cena como algo común,
insignificante y sin poder. Es tratar a
los elementos de la Santa Cena como algo natural y ordinario, como nada más que
un pedazo de pan y algo de jugo, y fallar en reconocer la fuerza potente y
sagrada que tenemos en nuestras manos.
Es menospreciar los elementos y ser como los hijos de Israel, para
quienes el maná que Dios en Su gracia les proveyó, se hizo tan familiar que
ellos veían ese pan del cielo como algo detestable. (Num. 21:5) Es simplemente seguir los movimientos para
comer el pan y tomar la copa, sin valorar el significado y el poder que estos poseen.
Quizás tú nunca hayas entendido por qué los
cristianos participan de la Santa Cena.
Tal vez para ti sea solo un ritual vacío, algo que haces porque tu
iglesia lo realiza ocasionalmente. Tal
vez tú estás participando de la Santa Cena porque escuchaste testimonios de
sanidad de otras personas y esperas que esto pueda obrar su “magia” para ti
también. O quizás tú lo ves como una
costumbre sentimental o una tradición pintoresca que simplemente recuerda a los
cristianos sobre las raíces de su fe.
Si alguno de esos quizás te describe, déjame
decirte que has sido robado. La buena
noticia es que Dios está llegando a ti a través de este texto, para darte un entendimiento
claro acerca de lo que la Santa cena en verdad es. Yo oro que a medida que tú te mantengas leyendo
estos devocionales, tus ojos sean abiertos y tu cuerpo reciba completamente el
poder sanador de la Santa Cena!
EL PENSAMIENTO DE HOY
La Biblia dice que el
pueblo de Dios fue destruido “por falta
de conocimiento.” (Oseas 4:6) ¡Tu
falta de conocimiento acerca de lo que la Santa Cena en verdad es, te ha estado
destruyendo y tú ni siquiera lo sabías! Es tiempo de tomar de vuelta lo que el enemigo
te había robado.
LA ORACIÓN DE HOY
Padre Dios, gracias
por mostrarme que los elementos de la Santa Cena no son algo común,
insignificante y sin poder, sino que son poderosos para llevar a cabo la
sanidad que Tú quieres que yo experimente.
Gracias por Tu Palabra que renueva mi mente y por Tus verdades eternas
acerca de la Santa Cena. Yo declaro que este
poder ya no me será robado. Amén.
—Joseph Prince
Devocionales “El Poder
Sanador De La Santa Cena”
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