Inspiración de Gracia
Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y
si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1)
Si quieres echar un vistazo a un drama celestial
de la vida real, imagina esto: Dios el
Padre está sentado como Juez del Universo
con Jesucristo a Su diestra, quien
no solo es tu Sumo Sacerdote, sino
también tu Abogado.
Cuando tu acusador, el
diablo, aparece y dice: “Tú has hecho mal esto y no has hecho bien esto,” Jesús
dice: “Padre, el diablo tiene razón, pero Mi
sangre ha pagado por eso por lo que el diablo lo está acusando.”
Entonces el diablo
añade: “Tú tampoco has estado leyendo la Biblia, ni orando lo suficiente. Y esta mañana, dijiste una mentira.”
Nuevamente, Jesús
dirá: “Padre, el diablo ha informado correctamente, pero Mi sangre ha pagado por todas esas faltas.”
Dios el Padre entonces
golpeará el martillo sobre el bloque de sonar y dirá: “¡Caso descartado! ¡Siguiente!”
Necesitas comprender
que Dios de manera justa puede
declararte inocente y completamente justo porque Jesús tomó tu lugar en la cruz
y derramó Su sangre para pagar por tus pecados y tu condena. (Ver 2 Corintios
5:21) Dios está simplemente siendo fiel
y justo a lo que Cristo hizo.
Cuando Jesús se levantó de la tumba, Él se
levantó como tu Abogado, tu defensor. Pero a diferencia de
la mayoría de los abogados terrenales que toman los casos porque esto sirve a
sus intereses y billeteras, Él es un
abogado que está personalmente interesado en tu felicidad y bienestar. A diferencia de los abogados terrenales que no
están atrapados en los sentimientos y sufrimientos de sus clientes, Jesús pasó
grandes sufrimientos por ti y pagó con Su propia vida para que Tú pueda recibir
todas las bendiciones de Dios.
Como tu Abogado, hoy, ¡Jesús se asegura de que
lo que Él murió y sufrió para darte, tú lo recibas! Hoy en
el cielo, Él te defiende y te representa para asegurarse de que la sanidad, la plenitud,
la protección y otras bendiciones que Él murió para darte, se cumplan en tu
vida. Amado, ¡confía y descansa en las habilidades de tu Abogado defensor!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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