Inspiración de Gracia
No quebrantaré Mi pacto, ni cambiaré la palabra que sale de
Mis labios. (Salmos 89:34)
Cuando Dios te promete algo, ¿tú le tomas la
Palabra? ¿O como Abraham, preguntas: “Señor
Dios, ¿cómo puedo saber que lo heredaré?” (Génesis 15:8)
Dios no reprendió a
Abraham por fallar en no tomarle la Palabra. Así de bondadoso es Dios con Su pueblo. Él incluso
bajó al nivel de fe de Abraham e hizo algo para asegurarle a Abraham que Él siempre
cumpliría Sus promesas —Él hizo un pacto con Abraham. (Ver Génesis 15:9–17)
Dios no lo hizo para Su
propio beneficio. Dios es un Dios de Palabra.
El no quebranta Su Palabra. Pero se
ató a Sí Mismo un pacto porque Él sabía que Abraham necesitaba saber en su
corazón que Dios haría lo que le había prometido.
Al hombre le resulta
difícil creer solo en las palabras. Por
ejemplo, cuando tú compras una casa, ambas partes redactan y firman un contrato,
e involucran a sus abogados. Tú necesitas
un contrato porque no puedes confiar en las palabras de la otra persona y esa
persona tampoco puede confiar en las tuyas.
Del mismo modo, nos
resulta difícil tomarle la Palabra a Dios. Así que, Dios hizo un pacto con nosotros, no
porque no se pueda confiar en Él, sino porque Él sabe que a nosotros nos
resulta difícil solo creer lo que Él dice. Dios sabe que el hombre se preguntará: “¿Qué
pasa si Dios se levanta del lado equivocado de la cama mañana y decide freírme
en lugar de bendecirme?”
Pero debido a que Dios ha hecho un nuevo pacto con nosotros, el
cual ha sido establecido por la sangre de Su Hijo, nosotros podemos, como
Abraham, no vacilar en la incredulidad con respecto a las promesas de Dios,
sino ser fortalecidos en nuestra fe, estando
plenamente convencidos de que Dios hará tal como lo ha prometido. (Ver
Romanos 4:20–21) Nosotros tenemos la
seguridad de que Dios no se despertará un día y dirá: “Olvida el nuevo pacto. ¡Yo quiero recordar tus pecados ahora y
maldecirte en lugar de bendecirte!”
Amigo, las bendiciones
del nuevo pacto para ti están garantizadas porque Dios se ató a Sí Mismo al
pacto. ¡Y Él es un Dios que guarda los pactos, que quiere hacer todo lo que Él
te ha prometido y que es más que poderoso para hacerlo!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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