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viernes, 3 de abril de 2020

Poder Del Cuerpo De Jesús Al Tuyo


Inspiración de Gracia
“… Tomad, comed; esto es Mi cuerpo.”  (Mateo 26:26)
¿Te imaginas al Señor enfermo, resfriado o con fiebre mientras andaba en la tierra?  ¡No, nuestro Señor Jesús nunca estuvo enfermo!  Él era vibrante, lleno de vida y lleno de salud.  Cuando Él les dijo a Sus discípulos: “Tomad, comed; esto es Mi cuerpo”, ellos podían visualizar prácticamente lo que significaba porque habían vivido y caminado con este Hombre.  Habían visto personas sin manos o pies, ser restaurados cuando tocaban Su cuerpo. (Ver Mateo 15:30–31)
¡Incluso Su ropa estaba empapada con Su salud!  Una mujer que tenía un flujo de sangre durante 12 años —ningún médico pudo curarla— fue sanada de inmediato cuando tocó el borde de Su manto.  Si el borde de Su manto estaba empapado con Su salud, vitalidad, energía y resplandor divino, ¡cuánto más Su cuerpo!
Como sabes, algunos de los versículos más alentadores en los Evangelios son estos: ”… y todos los que lo tocaban quedaban curados” (Marcos 6:56), “… porque de Él salía un poder que a todos sanaba.” (Lucas 6:19)  ¡Yo amo esos versos!  ¡Ese es nuestro Jesús!
La Biblia dice que ellos pusieron a los enfermos por las calles y Jesús caminó por allí, los tocó y los sanó.  Ahora, nosotros vemos a las estrellas de cine haciendo esto: ellos corren aquí y allá, chocan las manos con sus fanáticos, pero ninguno resulta sanado.  Sin embargo, donde quiera que Jesús caminó, a quien quiera que Él tocó, Él lo sanó.  Imagina esto: Un camino de personas.  ¡Los que están por delante a Jesús están postrados, pero aquellos que han quedado detrás de Él, a quienes Él ha tocado, están saltando de alegría y lo siguen!  Así es como Jesús sanaba a los enfermos.
Entonces esa noche, cuando Él dijo: “Tomad, comed; esto es Mi cuerpo”, mientras partía el pan y se lo daba a Sus discípulos para que comieran, ellos sabían lo que esto significaba.  Y probablemente estaban pensando: “¡Vamos a ingerir Su salud en nuestros cuerpos!  ¡Aleluya!”
Eso es lo que tú debes creer cuando participas de la Santa Cena.  Esto no es solo un ritual o un acto simbólico.  ¡No, tú debes creer que Él es el verdadero pan del cielo que tomó tu cáncer, diabetes y enfermedades del corazón, para que tú puedas tener Su salud sobrenatural!  Y cuando comas de Su cuerpo partido con esta revelación, ¡tú vas a tener la vida en abundancia y la salud del Señor!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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