Deuteronomio 28:4
Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu
suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas.
¿Comprarías
una silla que Jesús fabricó? Yo lo
haría, incluso si ésta costara US$1,000 ya que sería de una calidad magnífica. Todo lo que Jesús hizo, lo hizo con excelencia
y perfección.
Y debido
a que Cristo está en ti, las cosas que tú produces serán también de una calidad
excepcional. Esto incluye a tus hijos,
que serán campeones. Deuteronomio 28:4
dice: “Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu suelo, el fruto de tu
ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas.”
Dios
estaba usando términos que los israelitas entendían ya que ellos eran
agricultores y pastores. Hoy en día, “tu
tierra” es el lugar de tu trabajo. Esto
significa que “el producto” de tu trabajo será de excelente calidad.
Eso no
es todo. Dios promete que la cantidad
siempre seguirá a la calidad porque Deuteronomio 28:11 dice que el Señor “te
hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre,” que significa que tú tendrás
muchos hijos, “en el fruto de tu ganado y en el producto de tu suelo,” lo que
significa que tu negocio va a prosperar y tú vas a ser un productor líder en el
área de tu especialidad.
Mi
amigo, tu excelencia y tu abundancia no vienen por tus propios esfuerzos. Vienen por la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, quien pagó para que tú tengas provisión divina —“que siendo rico,
sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de Su
pobreza llegarais a ser ricos” (2a Corintios
8:9).
Jesús
fue desprovisto de todas las cosas materiales en la cruz. ¡Él no tenía nada! Mientras estaba colgado en la cruz, observaba
a los soldados romanos apostar por Su manto. Su última posesión en la tierra se jugó en una
apuesta. ¡Él se hizo pobre, para que tú puedas
ser bendecido con lo excelente y lo abundante!
Pensamiento
Del Día
¡Jesús fue desprovisto de todas las cosas
materiales en la cruz, para que tú pudieras ser bendecido con lo excelente y lo
abundante!