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jueves, 30 de abril de 2015

El Sumo Sacerdocio De Jesús Es Para Siempre

Hebreos 6:20
Donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho según el orden de Melquisedec, Sumo Sacerdote para siempre.
Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre.  Este aspecto “para siempre” cambia la manera en que somos bendecidos y la manera en que recibimos nuestras bendiciones de parte de Dios.  Como nuestro Sumo Sacerdote, Jesús nos representa delante de Dios.  Ya que Su sacerdocio es según el orden de Melquisedec, el cual es de justicia, Su justicia se vuelve nuestra justicia, para siempre.  Esto significa que ante los ojos de Dios, ¡nosotros somos justos para siempre!
Y ya que Él nunca va a morir, sino que continuará como nuestro Sumo Sacerdote para siempre, nosotros tenemos una justicia eterna, no simplemente una justicia que está aquí hoy pero mañana no está, y que se basa en nuestras obras.  No, nosotros tenemos una justicia perpetua y eterna, porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre.
Esto también significa que las bendiciones están perpetuamente sobre tu cabeza, porque la Biblia dice que, “hay bendiciones sobre la cabeza del justo” (Proverbios 10:6), ¡y tú eres justo para siempre!
A diferencia del sacerdocio según el orden levítico, que bendice al igual que maldice, el sacerdocio de Jesús de acuerdo al orden de Melquisedec, solamente bendice.  No hay maldición en éste, solo bendición —¡por siempre y para siempre!
Y ya que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre, las bendiciones no vienen a nosotros como gotas intermitentes, sino como ríos sobre nuestras vidas, en un fluir que nunca se acaba.  Debido a que Él es nuestro Sumo Sacerdote para siempre, nosotros no podemos detener Sus bendiciones, nunca.
Siendo nuestro Sumo Sacerdote para siempre, Jesús también toca las bendiciones que Él nos da, con el efecto “para siempre”.  Él toca nuestras vidas y nosotros recibimos vida eterna.  Él toca nuestro ministerio y su impacto se vuelve eterno.  Y mientras más veamos que Su sacerdocio tiene el efecto “para siempre”, más permanentes serán nuestras bendiciones.
Verdaderamente, no hay nada temporal acerca de lo que Jesús, nuestro Sumo Sacerdote hace.  No es un caso de bendito hoy, maldito mañana.  Las bendiciones que recibimos son seguras y firmes porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote hoy, mañana y siempre.
Así que, ¡alégrate porque Jesús, tu Sumo Sacerdote, cambia cómo eres bendecido para siempre!
Pensamiento Del Día

Las bendiciones de Dios son seguras y firmes porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, hoy, mañana y siempre.


miércoles, 29 de abril de 2015

Mira La Bondad De Dios En Medio De Lo Malo

Mateo 2:13
… Un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: “Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al Niño para matarle.”
Dios no juega un juego de contraataque con el diablo —el diablo hizo algo malo, entonces Dios interviene para que algo bueno resulte de eso.  La verdad es que, cuando algo malo sucede, es el diablo quien está reaccionando a algo bueno que Dios ha iniciado.  El Señor me dijo una vez: “Dile a Mi pueblo que si ellos quieren comprender lo que Yo estoy haciendo, solamente vean lo que el diablo está haciendo y piénsenlo a la inversa.  Eso es lo que Yo estoy haciendo, multiplicado por mucho.”
Yo veo esta verdad en la Biblia.  Cuando Cristo nació, los soldados fueron enviados a matar a todos los bebés menores de dos años, en Belén.  Las personas en Belén para entonces solo habían visto el mal.  Pero existían personas como María, que vio la bondad de Dios.  ¡Ellos sabían que Dios había enviado a un Salvador al mundo!  El asesinato de los bebés fue solo la reacción del diablo al regalo de salvación que Dios había enviado.
El Señor me mostró que así era como nosotros íbamos a ver la gripe aviar cuando ésta golpeara nuestra región, no hace mucho.  Mientras yo estaba pensando en la importancia de las aves, el Señor me mostró Mateo 6:26, “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta.  ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
Si Dios cuida de las aves, ¡cuánto más cuidará Él de ti!  Así que, atacar a las aves con una enfermedad, es en esencia la reacción a la provisión de Dios para Su pueblo.  En otras palabras, Él vio que la provisión de Dios ha sido ya liberada en Su pueblo, en gran manera.
Con cada nuevo virus que el diablo nos lanza, tú debes discernir que el diablo está tratando de pervertir y revertir lo que Dios ya está haciendo.  Entonces, tú sabrás que algo bueno va a resultar de ello.  Ves, cada nueva cepa de virus, nos dice que Dios ya ha liberado una nueva unción de sanidad para Su pueblo.  Y yo creo que Él también libera nuevos niveles de promociones para Su pueblo.  Así que, no solo veas al diablo.  ¡Mira lo bueno que Dios ya está haciendo!
Pensamiento Del Día

No solo mires al diablo a tu alrededor.  ¡Mira la lo bueno que Dios ya está haciendo! 


martes, 28 de abril de 2015

Jesús, Tu Buen Pastor Y Puerta

Juan 10:7
Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: Yo Soy la puerta de las ovejas.
Jesús dijo que Él es la “puerta de las ovejas”.  ¿Qué quería Él decir?  Bien, un redil en los tiempos de Jesús, no tenía una puerta que pudiera abrirse, ni cerrarse.  La puerta del redil era solo una abertura.  En esta clase de redil, luego de que las ovejas hubieran entrado, el pastor iría a dormir en esa entrada.  El pastor se volvía, efectivamente, la “puerta” del redil.
Cuando Jesús le dijo a Sus discípulos: “Yo Soy el buen pastor” (Juan 10:11).  Él también estaba asegurándoles enfáticamente que Él era la “puerta de las ovejas”.  Él estaba diciéndole a ellos y a nosotros: “Dentro de Mi redil, Mis ovejas están siempre seguras, completamente protegidas y cercanas a Mis ojos que las cuidan.  Y ya que Yo estoy justo en la entrada del redil, nada, incluso el gemido ahogado de una de las Mías, puede escapar de Mis oídos.  Además, nada malo fuera del redil puede entrar y tocar a Mis ovejas, sin antes pasar por Mí, porque Yo Soy la puerta de Mis ovejas.”
Así que, ¡cuando las luchas de la vida vengan a tocar a tu puerta y cuando el pánico amenaza con levantarse dentro de ti, mírate a ti mismo doblemente protegido!  Él es ambos, el buen pastor y la puerta de Sus ovejas.  Como tu buen pastor, Él dio Su vida por ti para redimirte de la pobreza, la enfermedad y de cualquier otra maldición.
Como tu puerta, Él mantiene afuera todo lo malo de lo cual Él ya te ha redimido.  Debido a que Él derramó Su sangre por ti, tú estás cubierto y protegido dentro del redil por una puerta manchada de sangre.  Desastres, destrucción y muerte deben pasar sobre ti y tu familia debido a Su sangre en tu puerta.  Recuerda que la noche de la primera Pascua en Egipto, el destructor no pudo entrar a las casas de los israelitas debido a la sangre del cordero en sus puertas (Éxodo 12:13, 23).
Hoy, tú puedes vivir la vida sin problemas y sin temor, sabiendo que Jesús, tu buen pastor y puerta, te protege y te preserva a ti y a tu familia.  ¡Ningún mal vendrá sobre ti, ni sobre tus seres amados, porque Él es tu morada y tu lugar de refugio!
Pensamiento Del Día

Jesús, tu buen pastor y puerta, te protege y te preserva a ti y a tu familia.


lunes, 27 de abril de 2015

No Hay Defecto En Ti

Cantares 4:7
Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Jesús nos dice a nosotros Su novia, “Toda tú eres hermosa, amada Mía, y no hay defecto en ti.”  Pero nuestra respuesta a Él tiende a ser: “¿Yo?  ¿Hermosa toda y sin defecto?  ¡Tú no me conoces Señor!”
¿Realmente piensas que Dios no te conoce?
Dios ve la realidad como nadie más la ve.  Él ve la perfección de la obra terminada de Su Hijo en tu vida.  Por la ofrenda de Sí Mismo en la cruz, ¡Jesús te ha perfeccionado para siempre!  (Hebreos 10:14).  Tú has sido hecho justicia de Dios en Cristo (2ª Corintios 5:21).  Y nunca vas a encontrar ningún defecto en la justica que Jesús murió para darte.
Así que, Dios quiere que tú te veas a ti mismo justo —hermoso todo y sin defecto en Cristo.  Cada día, se consciente de tu justicia en Cristo.  Di: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo.  No hay ningún defecto en mi, a quien Él ha perfeccionado con Su sangre.”  Cuando haces esto, estás honrando a Jesús y Su obra terminada.
Si eres consciente de tus pecados, entonces no estás honrando la obra de Cristo.  Puedes pensar que estás siendo humilde o santo, al ser consciente de pecado.  Pero, sabías que la Biblia llama a la consciencia de pecado una “mala consciencia”?
Hebreos 10:21-22 nos dice que ya que tenemos a Jesús como nuestro Sumo Sacerdote, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala consciencia”.  ¿Qué quiere decir el escritor de Hebreos con “mala consciencia”?  Si lees el inicio del mismo capítulo, encontrarás que él está hablando sobre una “consciencia de pecados” (Hebreos 10:2).  Pablo llama a esto una “consciencia cauterizada” (1ª Timoteo 4:2).  La palabra griega utilizada aquí para “cauterizada” es kauteriazo, que significa cargar sobre ti permanentemente una consciencia de pecado.
Así que, no cargues contigo una mala consciencia o consciencia cauterizada.  Tu vida de pecados ya han sido castigados totalmente en el cuerpo de Jesús en la cruz.  En vez de eso, se consciente de tu perfección y justicia en Cristo.  Debido a lo que Jesús ha hecho por ti, tú puedes declarar confiadamente: “Yo soy hermoso todo.  No hay defecto en mi!”
Pensamiento Del Día

Mírate a ti mismo justo —hermoso todo y sin defecto en Cristo.


domingo, 26 de abril de 2015

No Te Preocupes Por Lo Perdido O Malgastado

Lucas 15:22-23
Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos"
¿Qué dirías si tu hijo, a quien le has dado una gran herencia, viene gateando a casa un día después de haber perdido todo su dinero en una vida desenfrenada?
En la parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-24), el padre no dice una palabra sobre perder o malgastar, a pesar de que su hijo de hecho ha perdido su herencia en una vida desenfrenada.  El padre solamente mira a su hijo viniendo a casa, como una oportunidad para demostrarle lo mucho que lo ama y para restaurar para él, lo que había perdido.
Como el padre de la parábola, es el deseo de tu Padre abrazarte y mostrarte lo mucho que eres amado.  Y es Su gran placer, restaurar para ti todo lo que tú has perdido.
Tal vez hayas perdido a alguien recientemente, o estás frustrado porque algo se va a echar a perder debido a una mala decisión que has tomado.  Mi amigo, Dios no ve el propósito de perder o desperdiciar, de la manera que tú lo haces.  Cuando tú te acercas a Él con eso, Él lo ve como una oportunidad para restaurar para ti “lo que se ha perdido o desperdiciado.”
Aún si, como el hijo pródigo, te sientes muy lejos de tu Padre celestial, o incluso sientes que lo has decepcionado, no te desanimes.  La verdad es que en el momento en que viniste a Él, Él inmediatamente restauró para ti el manto de honor, para vestir tu desnudez, el anillo de autoridad, para declarar tu posición de poder y dominio, y las sandalias en tus pies (lo cual los sirvientes no usan), para reinstalarte como a un hijo en Su casa. 
Él te reconfirma que tú nunca has perdido tu posición de hijo.  Y celebra tu regreso a Él matando un ternero engordado, porque tú eres Su hija amada, a quien Él aprecia.
Amado, en la casa de tu padre.  Tú no solo recibes bajo Su protección completa, sino también puedes disfrutar Su inagotable provisión y Su amor incondicional.
Pensamiento Del Día

Es el deseo de tu Padre, demostrarte lo mucho que eres amado, y el restaurarte lo que has perdido.


sábado, 25 de abril de 2015

La Buena Vida Sin El Sudor

Mateo 6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta.  No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
Muchas personas son de la opinión que la buena vida no sucede sin el trabajo duro y toneladas de sudor.  Ellos creen que para alcanzar el éxito, tú primero necesitas tener cierto certificado de estudios, cierta formación profesional, cierto trabajo en particular y cierto número de años de trabajo duro.  Yo tengo buenas noticias para ti: Dios tiene un mejor camino.
Todos debemos trabajar, pero el mundo quiere que tú creas que hay un proceso natural de sembrar, segar y recolectar, acompañado por esperar, trabajar y estresarse, antes de que la buena vida realmente llegue.  Pero Dios dice: “Mi pueblo no necesita pasar por este proceso natural para disfrutar la buena vida, porque ellos no pertenecen al sistema de este mundo.  ¡Ellos pueden actuar desde Mi economía y Yo puedo darles la buena vida de inmediato!”
De la misma manera en que Dios alimenta a las aves, que no pasan por el sistema del mundo, sembrar – luego – segar – luego – recolectar, Él quiere y hará mucho más por ti!
Tu Padre celestial quiere que tú conozcas la generosidad de Su corazón para ti, y sepas lo mucho que Él quiere hacerte exitoso.  Un ejemplo de ellos es lo que le sucedió a un miembro de la iglesia que creía en esta verdad.  Después de dejar su trabajo, él confió en que Dios le proveería uno mejor.  Luego de solo cuatro meses, él se encontraba dirigiendo dos empresas.
Su recién formada empresa de distribuciones, no solo consiguió un gran proyecto en Singapur, sino que también se convirtió en la principal distribuidora para el Sureste Asiático, de una línea popular de productos de Estados Unidos.  Su segunda empresa, que proveía servicios de consultoría, recibió dos proyectos, uno de una empresa de Corea y uno de una empresa de Hong Kong, por una suma de seis cifras, en dólares estadounidenses.
Hoy, Dios quiere que tú sepas que no perteneces al sistema del mundo.  Tú eres del reino de Dios —el mismo reino que alimenta a las aves que no trabajan, sino que simplemente confían en su Creador por la provisión de su vida.  Convéncete de que tú tienes más valor que las aves para tu Padre celestial, y permítele darte la buena vida sin el trabajo y el esfuerzo del mundo.
Pensamiento Del Día

Actúa desde la economía de Dios, confiando en Su corazón por ti, y disfruta la buena vida.


viernes, 24 de abril de 2015

Permite Que Jesús Lave Tus Pies

Juan 13:8
Pedro le contestó: “¡Jamás me lavarás los pies!”  Jesús le respondió: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo.”
¿Te puedes imaginar al Señor desando lavarte los pies?  Pedro no pudo.  Su reacción de sorpresa —“Señor, ¿cómo podrías tú lavarme los pies?”— probablemente sería la nuestra también.
Quiero que te fijes en lo que el Señor le dijo a él: “Pedro, si no te lavo, no tienes parte conmigo.”  Lo que el Señor realmente le estaba diciendo a Pedro era: “Pedro, tú no puedes fluir junto conmigo, no puedes caminar junto a Mí en el ministerio, ni en el servicio, ni en efectividad, si no me permites lavar tus pies.”  Entonces Pedro le dijo: “Señor, [lávame] entonces no solo los pies, sino también las manos y la cabeza” (Juan 13:9).
Pero Jesús le respondió diciendo: “El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios...” (Juan 13:10).
¡Una vez que hemos aceptado a Cristo como nuestro Señor y Salvador, estamos bañados por completo, y limpios por Su sangre, de una vez y para siempre!  Su sangre nos ha perfeccionado para siempre (Hebreos 10:14), así que nosotros solo necesitamos lavar nuestros pies porque caminamos en el mundo y nuestros pies recogen polvo y suciedad, haciéndonos tropezar.
Así que, ¿cómo está Jesús lavando tus pies hoy?  Efesios 5:25-26 nos dice que “Cristo amó a la iglesia y Se dio a Sí Mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la Palabra”.
Nosotros, la iglesia, hemos sido limpiados con el lavamiento del agua con la Palabra.  Cuanto más nos ponemos bajo la enseñanza ungida que revela a Cristo por medio de la Palabra, más continuará la limpieza.  Y a medida que nuestros pies son lavados, ¡en vez de tropezar, estaremos caminando e incluso corriendo!
Hoy, levantado hasta lo más alto y exaltado en el cielo, Jesús está vestido con una túnica y un cinto de oro alrededor de su pecho (Apocalipsis 1:13).  Como un siervo que utiliza su cinturón como una toalla para servir, Jesús quiere que nos sentemos y le permitamos a Él servirnos —lavando nuestros pies con una profunda revelación de Sí Mismo por medio de Su Palabra.  Amado, ¡esto es lo que nos da la victoria en nuestro diario caminar!
Pensamiento Del Día

Mientras recibimos una profunda revelación de Cristo por medio de Su Palabra, ¡vamos a ver la victoria en nuestro diario caminar!


jueves, 23 de abril de 2015

Comienza A Usar Tu Medida De Fe

Romanos 12:3 (NTV)
… la medida de nuestra fe dada por Dios.
Como Hijos de Dios, nosotros nunca debemos decir: “Yo no tengo nada de fe.”  Decir esto es lo mismo que decir que Dios es un mentiroso porque Su Palabra nos habla sobre “la medida de nuestra fe dada por Dios.”
¿Por qué entonces la fe de algunos parece ser más fuerte que la de otros?
Bien, la fe es como los músculos.  Todos hemos nacido con una medida de músculos.  Pero algunos de nosotros desarrollamos nuestros músculos mejor que otros.  Los fisicoculturistas, por ejemplo, ejercitan sus músculos muy constantemente para hacerlos crecer grandes y fuertes.
De la misma manera, tu medida de fe crece cuando tú la alimentas y la utilizas.  Cada vez que tú escuchas o lees la Palabra de Dios, estás alimentando tu fe.  Cuando confiesas la Palabra de Dios y esperas que buenas cosas te sucedan, estás utilizando tu fe.  Y mientras más la uses, más crecerá.
Así que, utiliza tu fe.  Puedes comenzar con dolores de cabeza, por ejemplo.  Cuando tengas dolor de cabeza, en vez de ir corriendo hacia tus pastillas, utiliza tu fe.  Pídele a Dios sanidad, confía en Él y dale gracias por esa sanidad.
Ahora bien, no me mal entiendas, no hay nada de malo en tomar medicina.  Y si debes ir al doctor, tampoco te sientas condenado.  Solo comienza a utilizar tu fe en un nivel en el que te sientas cómodo haciéndolo.  Si necesitas ir al doctor, entonces ve con fe, orando: “Abba Padre, voy a ir al doctor.  Te pido a Ti en el nombre de Jesús que le des sabiduría al doctor, para darme un diagnóstico acertado.  Mi confianza no está en él, sino en Ti.”
Y cuando tomes tu medicina, no solo tragues las pastillas.  En fe, di: “Señor, santifica esta medicina,”  entonces tómala.  Esto es porque algunas medicinas tienen efectos secundarios negativos.  Así que, cuando tú le pides a Dios que la santifique, Él bendice esa medicina.  ¡Y lo que va a suceder en ti, haciéndose más grande y poseyendo tu cuerpo hasta que esté totalmente extendida, es salud divina!
Amado, te ha sido dada una medida de fe.  Comienza a usarla, creyendo que es esta medida de tu fe es la que hará que tú tomes del inagotable poder de un Dios fiel y amoroso.
Pensamiento Del Día

Tu medida de fe crece cuando tú la alimentas y la utilizas.


miércoles, 22 de abril de 2015

Cuando Es Más Bendecido Recibir

Lucas 10:42
… María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.
Si Jesús viniera a tu casa, ¿qué harías?  ¿Le pedirías que se siente y comenzarías a servirle?  ¿O te sentarías con Él y comenzarías a tomar de Él?  ¿Le permitirías servirte y llenarte?
Jesús llegó a la casa de dos hermanas, Marta y María (Lucas 10:38).  Marta vio Su cansancio.  Ella sabía que Jesús había estado caminando varias millas, haciendo el bien, sanando a los enfermos y satisfaciendo las necesidades de las personas.  Obviamente, Él debe estar cansado, pensó ella, así que lo vio como a alguien de quien tenía que hacerse cargo.
María, sin embargo, vio más allá del cansancio externo de Jesús, ella vio Su divinidad.  Vio que Él era alguien de quien ella necesitaba tomar.  Y al hacer esto, ella lo hizo sentir a Él como Dios —el Salvador que había venido para servirla y no para ser servido por ella (Mateo 20:28).  ¡Jesús incluso la elogió por haber escogido la mejor parte!
Nuestras mentes humanas simplemente encuentran esto difícil de creer.  Algunas personas me dicen: “Pero Pastor Prince, la Biblia dice que es más bienaventurado dar que recibir” (Hechos 20:35).  Y cuando se trata de los hombres, esto es verdad.  Pero cuando se trata de Dios, Él quiere dar.  De hecho, a menos que tú aprendas a recibir de Dios, no vas a tener nada para dar a las personas.
¿Cuál de las hermanas le dio a Jesús el banquete más dulce, que lo llenó?  ¡Marta, que estaba muy ocupada preparando comida para Él?  ¿O María, que se sentó sin moverse, y tomó profundamente de Él?  Fue María.  Ella hizo que Jesús tuviera esa sensación de Su gloria divina.  Ella permitió que Jesús fuera el dador, para ser Dios.
Al igual que Marta, nosotros siempre confundimos los roles.  De alguna manera pensamos que Dios necesita nuestro servicio, pero Él realmente quiere llenarnos primero.  Los oídos y el corazón de María eran más preciados para Jesús, que las manos y pies de Marta.
Nosotros utilizamos nuestros oídos y corazones para tomar de Jesús.  Usamos nuestras manos y pies para servirle a Él, y hay lugar para eso.  Pero nuestro sentido y apreciación de la llenura divina de Dios, es más preciada para Él que todo el servicio que podamos rendirle.  Y cuando tú tomas de Él, no puedes evitar convertirte en un gran dador y siervo.
Pensamiento Del Día

A menos que aprendas cómo recibir de Dios, no vas a tener nada que dar a las personas.


martes, 21 de abril de 2015

Busca Primero El Reino De Dios

Mateo 6:31-33
Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Como hijo de Dios, debes saber que es un placer para tu Padre satisfacer para todas tus necesidades.  Jesús Mismo nos dijo “Vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas.”  Pero Dios no quiere que tú vayas buscando estas cosas.  Él quiere que tú busques primero Su reino.  Y cuando hagas esto, ¡todas las cosas que necesitas te van a ser añadidas!
Así que, tu prioridad principal cada día es buscar Su reino.  La palabra “primero” en el versículo 33 es la palabra griega pronton, que significa “primero en orden de importancia, mantener el lugar más alto en todos nuestros afectos”.  Mi amigo, Dios quiere que nosotros busquemos primeramente Su reino, y todas las cosas van a caer gloriosamente en su lugar.
Nosotros no vamos a buscar las cosas de la manera en que los gentiles lo hacen.  La palabra “buscar” en “los gentiles buscan” (verso 32), es la palabra griega epizeteo.  Esta significa “buscar con todas sus fuerzas, con mucho sudor o con mucho estrés.”  Sin embargo, la manera en la que Dios quiere que nosotros “busquemos” en “buscad primero Su reino” es la palabra griega zeteo, que significa “estar hambriento, desear dar alabanza”.  Esto es simplemente estar hambriento, deseoso del reino de Dios, sin que sea algo trabajoso o difícil.
Pero, ¿qué es el reino de Dios?  Romanos 14:17 nos dice que éste es justicia, paz y gozo en el espíritu Santo.  Y el reino de Dios habita en tu interior porque el Espíritu Santo mora dentro de ti.  Así que, el reino de Dios es Su justicia, paz y gozo que están en ti.
Amado, si tú quieres tener paz y gozo en el Espíritu Santo fluyendo dentro de ti, entonces busca cada día ser consciente de tu justicia en Cristo, no de tu justicia propia, sino de Su justicia que te ha sido dada como un obsequio.  Persigue a  Jesús primero.  Pasa tiempo con Él y escucha Su Palabra.  Y cuando hagas estas cosas, estarás buscando Su reino y Su justicia, ¡y todas las cosas que necesitas te serán añadidas!
Pensamiento Del Día

Cuando tú persigues a Jesús y Su justicia, que se te ha dado como un obsequio, todo lo que necesitas te será añadido.


lunes, 20 de abril de 2015

Jesús, Nuestro Verdadero Cordero De La Pascua

Éxodo 12:3
... Cada uno tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.
Los judíos alrededor del mundo, celebran la fiesta de la Pascua.  Esta fiesta, que ha sido guardada por generaciones, conmemora la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto (Éxodo 12:14).  La noche antes de que los israelitas dejaran Egipto, el destructor pasó sobre esa tierra matando a todo primogénito tanto de hombre, como de animal.  Solo aquellas casas marcadas con la sangre del cordero de la Pascua, fueron pasadas por alto.
Dios le había dicho a los israelitas: “Tomen un cordero, un cordero por cada casa.”  Era un cordero por cada familia.  Esto nos dice que el Señor Jesucristo, que es nuestro verdadero Cordero de la Pascua, ¡es para que todas las familias sean salvas!
Así que, tus hijos son bendecidos cuando tú recibes a Jesús.  Tu esposa o abuelos que no son salvos, son bendecidos también, porque Jesús es ahora el Cordero para toda tu casa.  Tus familiares que no son salvos, van a disfrutar las bendiciones de los que sí son salvos.  La Biblia dice que los que son santos, van a santificar a los que no son santos (1ª Corintios 7:14).  Si, ellos todavía van a necesitar recibir personalmente a Jesús como su Salvador, ¡pero Dios los ha marcado para salvación, porque tú eres salvo!
Ahora, cada casa tomó un cordero sin mancha, como dijo Dios.  ¿Por qué?  Porque el cordero tipifica a Jesús, el verdadero Cordero de Dios, que es libre de pecado.  Juan el Bautista, dijo de Jesús: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
El cordero fue muerto, y su sangre fue puesta en los dos postes y el dintel de la casa (Éxodo 12:7), de tal manera que habla de la cruz.  Hoy, el destructor tiene que pasar sobre cada familia que cree en la obra terminada de Jesús en la cruz y pone su fe en Su sangre, porque ya ha habido una muerte.  La sangre prueba esto –¡el Cordero inocente por la familia culpable!
Jesús también celebró la Pascua la noche antes de ser crucificado.  Pero El estaba instituyendo la Pascua mayor.  ¡Esta vez, no era liberación del Faraón y de Egipto, sino de Satanás y de su reino de tinieblas!  ¡No era liberación de la esclavitud en Egipto, sino de una vida de esclavitud al pecado, a una vida de libertad como hombres libres en Cristo!
Amado, Jesús, el Cordero de Dios, se sacrificó a Sí Mismo para hacerte libre.  ¡Y cuando el Hijo te hace libre, tú eres verdaderamente libre!
Pensamiento Del Día

El destructor tiene que pasar sobre cada familia que cree en la obra terminada de Jesús en la cruz y pone su fe en Su sangre.


domingo, 19 de abril de 2015

No Busques Dentro Del Arca

1ª Juan 2:2
El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En la película Los Cazadores Del Arca Perdida, las personas que intentaron ver dentro del arca, fueron heridos de muerte.  ¿Qué había dentro del arca que trajo juicio a aquellos que vieron dentro de ella?
La Biblia nos dice que el arca contenía las dos tablas de los Diez Mandamientos, la vasija con maná y la vara de Aarón que retoñó (Hebreos 9:4).  Estos artículos eran símbolos de la rebelión del hombre.  Las dos tablas de los Diez Mandamientos, representaban el rechazo del hombre a las normas de Dios.  El maná representaba el rechazo del hombre a la provisión de Dios, y la vara de Aarón que retoñó, el rechazo del hombre al sacerdocio designado por Dios.
Dios no quería mirar estos símbolos de rebelión.  Él quería ser misericordioso con Su pueblo, así que les dio instrucciones para colocar los artículos en el arca y cubrir el arca con su propiciatorio, que es también, el lugar en donde se rociaba la sangre de los sacrificios de animales.  
Una vez al año, en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo para rociar sobre el propiciatorio la sangre del animal que ha sido sacrificado.  Los dos querubines en el propiciatorio, permanecían como guardianes de la justicia y santidad de Dios.
En representación también de los ojos de Dios, ellos miraban hacia la sangre en el propiciatorio.  Mientras la sangre estaba allí, la nación de Israel entera, era perdonada.  El juicio de Dios pasaba sobre ellos y ellos eran bendecidos durante otro año (Levítico 16).
Hoy, la sangre del cordero derramada en el propiciatorio no es sangre de bueyes y cabras, ¡sino la preciosa sangre eterna del Hijo de Dios! (Hebreos 9:12).  Jesús es nuestro propiciatorio porque “Él Mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo para nosotros, sino para el mundo entero”.  La palabra “propiciación” en el texto griego original, es la misma palabra que “trono de misericordia” (Romanos 3:25, Hebreos 9:5).
Amado, Dios no ve tus pecados y los cuenta en tu contra, porque Él ve la sangre de Su Hijo.  Él ve la obra perfecta de Su Hijo que lo ha más que complacido.  Dios tampoco quiere que tú veas tus pecados.  Él tampoco quiere que tú busques dentro del arca, al enfocarte en tus pecados.  Él quiere que tú te enfoques en Cristo y Su obra terminada!
Pensamiento Del Día
No te enfoques en tus pecados.  Enfócate en Cristo y Su obra terminada.


sábado, 18 de abril de 2015

Oraciones Que Proclaman

Lucas 13:12
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad.
Cuando tú tienes una necesidad, ¿tú oras o suplicas?  ¿Inicias tus oraciones con palabras como: “¡Por favor Dios, por favor!  ¡Dios, yo te ruego que tengas misericordia!”
Las oraciones que suplican y ruegan, implican que tu Padre celestial no tiene la voluntad de hacerlo.  Aún así, Él abunda en gracia y está más que dispuesto a darte eso, que lo que tú estás dispuesto a pedir, pensar o imaginar (Efesios 3:20).  Él desea sobre todas las cosas, que tú prosperes y tengas salud, así como prospera tu alma (3ª Juan 1:2).
De hecho, mucho antes de que tú tengas una necesidad, Dios ya ha suplido para esa necesidad.  Mucho antes de que tú supieras que necesitabas un Salvador, Él envió a Su Hijo para ser tu Salvador.  ¡Así es tu Dios!  Él es un buen Dios.  Así que, cuando le ruegas por algo, estás realmente diciendo que Él es reacio a dar y necesita ser firmemente persuadido antes de que hacer el primer movimiento.  Sin embargo, Él no es así.
Jesús conocía el corazón del Padre.  Cuando Él vio a la mujer atada con el espíritu de enfermedad, Él no oró: “¡Oh Padre!  Ella ha estado sufriendo durante 18 largos años!  Yo te suplico, Padre, ten misericordia de ella.  Por favor, por favor sánala!”  No, cuando Jesús la vio, Él inmediatamente proclamó: “Mujer, has quedado libre de tu enfermedad,”  porque Él conocía el corazón del Padre.  Él sabía que el Padre la quería libre de esa condición que la paralizaba.
Al final de un servicio de la iglesia, yo no me levanto y oro: “Oh Dios, por favor bendice a Tu pueblo.  Oh Dios, guárdalos.  Oh Dios, cúbrelos con tu gracia siempre!”  En vez de eso, yo declaro: “El Señor te bendiga.  El Señor te guarde.  El Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti y te cubra con Su gracia!”
Amado, cuando ores, proclama tu sanidad, protección y provisión porque el corazón de tu Padre sobreabunda de amor por ti.  Y cuando lo declares, Él le dará validez.  ¡Cuando tú lo declares, Él va a establecerlo!
Pensamiento Del Día

A lo que tú declares por fe, Dios le dará validez.


viernes, 17 de abril de 2015

¡Llámalo A Existencia!

Romanos 4:17
Dios, que da vida a los muertos y llaman a las cosas que no existen, como si existieran. 
“Pastor Prince, yo siento dolor en mi cuerpo.  ¿Cómo puedo ir por ahí diciendo que Cristo me ha redimido de esta enfermedad?  ¿Cómo puedo decir que por Sus heridas yo he sido sanado?”
Bien, la manera de Dios es llamar a esas cosas que no son, como que si fueran.  Y ya que tú has sido hecho a imagen de Dios, ¡tú también puedes llamar a esas cosas que no son, como que si fueran! 
Cuando Dios quería hacer a Abraham el padre de muchas naciones, ¿qué fue lo que hizo?  Él cambió la manera en que Abraham hablaba.  En ese tiempo, Abraham todavía no tenía a ningún hijo de Sarah porque ella era estéril.  Así que, ¿cómo podría el convertirse en el padre de muchas naciones?
Dios cambió la manera en que él hablaba.  ¿Cómo?  Cambiando su nombre de Abram a Abraham, que significa “padre de muchas naciones” (Génesis 17:5).
Solo imagina:  A partir de ese momento, cada vez que él conocía a alguien, él diría: “Hola, mi nombre es Padre de Muchas Naciones.”  Cada vez que la cena estuviera lista, Sarah llamaría a Abraham así:  “Querido… Padre de Muchas Naciones…  la cena está lista!  ¡Padre de Muchas Naciones…”  Podrías escuchar a sus vecinos decir: “¡Ellos desean tanto un hijo que han perdido la razón!”  Pero Dios cambió la manera en que Abraham hablaba, para que pudiera llamar a existencia lo que Dios había visto que sería su bendición.
Sabes, cuando Jesús vio al hombre con la mano seca, Él no dijo: “¡Mi Dios!  ¡Está tan seca!”  Él dijo, “¡Extiende tu mano!”  (Mateo 12:13).  Él llamó a existencia lo que Él quería.  Él vio al paralítico y dijo: “¡Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa!”  (Mateo 9:6).   Él no vio lo que era en lo natural.  Él vio la manera en la que Dios había deseado que fuera y lo llamó a existencia.
Génesis 1 nos dice que en el principio, la oscuridad cubría la faz de la tierra y Él dijo: “¡Sea la luz!”  Y la luz fue.  Dios llamó a existencia lo que Él quería, y esto fue hecho!  Si hubiéramos sido tú o yo, probablemente hubiéramos dicho: “¡Wow! ¡Está tan oscuro!”
Mi amigo, a pesar del dolor, llama a existencia tu sanidad.  No tiene sentido declarar lo obvio.  Así que, cambia la manera en que hablas.  Mira la manera en que Dios ha deseado que las cosas existan y comienza a llamar a existencia tu sanidad y plenitud!
Pensamiento Del Día

La manera de Dios es llamar a las cosas que no son como que si fueran.