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sábado, 29 de febrero de 2020

No Te Rindas Con El Treinta Por Uno


Inspiración de Gracia
Y otras semillas cayeron en buena tierra, y creciendo y desarrollándose, dieron fruto, y produjeron unas treinta, otras a sesenta y otras a ciento por uno.  (Marcos 4:8)
Quizás te han maravillado los milagros de sanidad instantánea de Dios.  Tal vez tú creíste que Él haría lo mismo por ti.  Pero ahora, cuando ves que tu propia sanidad tarda tanto en manifestarse, te sientes tentado a rendirte.
Amigo, cuando la manifestación no llega instantáneamente, no debemos desanimarnos porque Jesús nos dejó un secreto cuando compartió la parábola del sembrador. (Ver Marcos 4:3–20)
La parábola del sembrador nos enseña que una vez que nosotros recibamos la Palabra de Dios en nuestros corazones, con respecto a nuestra situación, las bendiciones de Dios van a manifestarse progresivamente.  Cuando recibimos nuestra manifestación al treinta por uno, significa que el 70 por ciento de esa condición todavía está allí.  Pero algunos de nosotros nos rendimos al treinta por uno porque todavía sentimos más dolor que alivio.
¡Necesitamos darnos cuenta de que estamos treinta veces mejor que antes y que nuestro sesenta por uno está en camino!  Una vez que recibamos nuestra manifestación del sesenta por uno, todavía hay un 40 por ciento que no está bien.  ¡Pero ahora estamos más sanados que enfermos y solo necesitamos prepararnos para la manifestación del ciento por uno!
Durante años, yo tuve una afección cutánea.  La medicación no ayudaba y finalmente, después de haber hecho todo lo que sabía hacer, decidí tomar la Santa Cena y orar al respecto.  Le dije: “Padre, tengo una enfermedad.  No sé qué está obstaculizando la manifestación física de esta sanidad.  Espíritu Santo, estoy confiando en Ti para que hagas una intercesión perfecta con respecto a la manifestación de mi sanidad.”
Así fue como oré por la condición de mi piel.  ¿Crees que me miré al espejo para ver si esta se había ido?  ¡Por supuesto que lo hice!  Soy como cualquier otra persona.  Pero, ¿crees que dejé de orar?  No, yo seguí orando hasta que un día escuché una voz dentro de mí que decía: “Mira tu cuerpo.”  Cuando me miré en el espejo, ¡la condición de mi piel había desaparecido por completo!  Yo estaba completamente sanado, pero la manifestación de la sanidad fue gradual.
Hoy, si tú solo ha visto una mejoría del treinta por uno en tu situación, no te rindas.  ¡La mejoría del sesenta y luego del ciento por uno, están en su ruta hacia ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 28 de febrero de 2020

¡Ciertamente!


Inspiración de Gracia
Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades [sufrimiento], y cargó con nuestros dolores [penas]… (Isaías 53:4)
Mientras están esperando la manifestación de su sanidad, a algunas personas les resulta difícil creer que Jesús realmente tomó sus enfermedades y dolores, de la misma manera en que Él tomó su pecado y su vergüenza.  Si tú eres uno de ellos, no te sientas condenado.  Tu Padre en el cielo comprende.  Es por eso que Él puso la palabra “ciertamente”, allí cuando dijo: “Ciertamente, Mi Hijo ha llevado tus enfermedades y cargado con tus dolores.”
Una vez, mi hija Jessica estuvo llorando toda la noche porque no se sentía bien.  Ella había estado enferma por unos días.  En mi estudio, yo saqué mi Biblia y el Señor me dirigió a Isaías 53:4 en donde dice: Ciertamente Él llevó...”  Ahora, yo conozco el hebreo original aquí y éste dice: Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores.”  Así que dije: “Ciertamente, Él llevó la enfermedad de Jessica...”
Pero era como si el versículo simplemente no fuera real para mí.  Sus gritos parecían más reales.  Entonces, de repente, el Espíritu Santo abrió mis ojos a una palabra en este versículo que realmente revolucionó la forma en que vi el pasaje completo.
¿Ves la primera palabra en el versículo?  Dice: Ciertamente…”  Ciertamente, Él llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores.  Ahora, mira el siguiente versículo: “Él fue herido por nuestras transgresiones…”  Todo cristiano sabe y cree que Jesús fue herido por nuestros pecados, sin embargo, la palabra “ciertamente” no está puesta aquí sino en el versículo anterior.  ¡Creo que Dios sabía que nos resultaría difícil creer que Jesús también llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores, así que Él puso la palabra “ciertamente” allí para ayudarnos a creer!
Cuando vi eso, puse mi Biblia en el suelo, me paré firme sobre ella y dije: “Padre, Tú sabes que no tengo la intención de ser irreverente, pero estoy parado firmemente sobre Tu Palabra.  ¡Ciertamente, Jesús llevó la enfermedad de Jessica y cargó con su dolor!  No me importa si todavía puedo escucharla llorando.  ¡Ciertamente, Tu Hijo, Tu Hijo Amado, llevó su enfermedad y cargó con su dolor!  ¡Aleluya!”  Esa noche, el rompimiento llegó.  Esa noche, la pequeña Jessica fue sanada.
¿Están tú o tus seres queridos sufriendo alguna enfermedad o dolor en este momento?
Ciertamente nuestro Señor Jesús llevó tus enfermedades y cargó con tus dolores.  Y a medida que tú creas esta verdad, ¡ciertamente, tu sanidad y rompimiento vendrán!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 27 de febrero de 2020

Recibe Al Escuchar Las Buenas Noticias


Inspiración de Gracia
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree…  (Romanos 1:16)
Si has asistido a seminarios motivacionales, probablemente has escuchado a los oradores decir: “Si sigues estos cinco pasos, llegarás a un lugar de incremento financiero.”  Ellos probablemente también te habrán dicho que si no tienes éxito, es porque no seguiste los pasos correctamente o no fuiste diligente.
¡Gracias a Dios que el evangelio o las buenas noticias no funcionan así!  En el instante en que tú escuchas o lees las buenas noticias, y las crees y recibes, Su Palabra sale para sozo (la palabra griega para “salvar”) a ti, haciéndote perfectamente completo en todos los sentidos, “pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree.”
¿Cuáles son las buenas noticias?  Son que Dios nos ama tanto que nos dio a Su Hijo para que Él recibiera nuestro azote a fin de que nosotros podamos tener Sus bendiciones sin tener que trabajar por ellas.  En este momento, mientras lees este devocional, escuchas a un predicador o miras una prédica por DVD, a medida que escuchas la Palabra de Dios, Su poder es liberado en tu situación, resolviendo las cosas a tu favor y cambiando las situaciones alrededor de ti para tu bien.
En Hechos 14:8–10, vemos a Pablo predicando las buenas nuevas en Listra.  Un hombre lisiado desde su nacimiento estaba escuchando a Pablo.  Pablo, viendo que él tenía fe para ser sanado, le dijo: “Levántate derecho sobre tus pies.”  ¡Y el hombre dio un salto y caminó!  Él escuchó las buenas noticias, las creyó y fue sanado.
En una conferencia de liderazgo en Oslo, Noruega, en la que estuve disertando, un pastor nos compartió cómo un hombre de negocios bien respetado en su iglesia fue sanado mientras escuchaba uno de mis sermones en CD.  Este hombre era sordo de un oído.  ¡Y cuando estaba escuchando mis enseñanzas a través de ese CD, su oído sordo se abrió sin que nadie le impusiera manos o hiciera oración por él!  Él simplemente estaba escuchando las buenas noticias cuando su oído se abrió.  ¡Esto es a lo que yo llamo el poder de Dios para su salvación, sozo-ándolo a él, haciendo que su audición sea perfectamente completa!
Amigo, estos milagros suceden no porque nosotros seguimos fielmente algún tipo de fórmula, ¡sino porque escuchamos las buenas noticias predicadas y simplemente las creemos!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 26 de febrero de 2020

Convéncete A Ti Mismo, No A Dios


Inspiración de Gracia
Porque decía: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré.”  (Marcos 5:28)
En medio de una multitud que lo acosaba, Jesús fue tocado por mucha gente ese día (ver Marcos 5:31), pero solo el toque de una mujer sacó una respuesta Suya.  Y ese toque provocó sanidad instantánea en el cuerpo de ella, liberándola de una enfermedad que la había acosado durante 12 años.
¿Quieres saber cómo tocar a Dios y recibir el milagro que necesitas?
Cuando la mujer escuchó que Jesús venía a su pueblo, se dijo a sí misma: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré.”  En su camino para ver a Jesús, ella probablemente se dijo a sí misma muchas veces: “Si logro tocar Sus ropas, seré sanada.  Voy a ser sanada.”  No sabemos cuánto tiempo ella se estuvo diciéndose esto a sí misma, pero ella estaba convencida de que Jesús la sanaría.
Si tú estás enfermo, convéncete a ti mismo de que Jesús es tu sanador y que por Sus llagas ya has sido sanado.  No necesitas convencer a Dios.  ¡No es Él quien necesita ser persuadido, Su bendición ya está en ti!  Eres tú quien necesita ser persuadido de que Dios ya te ha dado tu milagro.  Esa es la razón para que tú confieses Su Palabra —para convencerte a ti mismo, no a Dios; para persuadir tu corazón, no el Suyo.
Algunas personas confiesan su fe a otras para convencer a Dios indirectamente.  Por ejemplo, si están creyendo en Dios por sanidad, ellos les dicen a sus amigos: “Estoy creyendo en Dios por sanidad.”  En realidad, ellos están tratando de convencer o persuadir a Dios para que los sane.  Le están diciendo a Dios: “Le he dicho a mucha gente lo que estoy creyendo que Tú vas a hacer.  Sería muy vergonzoso si Tú no haces que suceda.”  Su confesión procede de la incredulidad y la están usando para manipular a Dios.
Está bien decirle a otros si quieres hacerlo, así ellos pueden unirse en fe contigo, por tu milagro.  Pero no lo hagas para demostrar tu fe a Dios y convencerlo.  Tú solo necesitas convencerte a ti mismo de que Dios te ama y que se deleita en bendecirte.  Solo di para ti mismo: “Por Sus llagas yo he sido sanado.  Yo no tendré falta de nada.  ¡Yo soy grandemente bendecido, altamente favorecido y profundamente amado!”  Y deja que Dios se haga cargo del resto.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 25 de febrero de 2020

¿Hay Algo Demasiado Difícil Para Dios?


Inspiración de Gracia
He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?  (Jeremías 32:27)
¿Tienes problema para creer que en el momento en que un pecador recibe a Jesucristo como su Señor y Salvador, él es salvo?  Creo que dirás “No”.
Entonces, déjame preguntarte, ¿qué es más difícil para Dios?  (Aunque en realidad nosotros sabemos que nada es difícil para Dios).  ¿Salvar un alma del infierno o sanar un cuerpo enfermo?  Por supuesto, es “más difícil” salvar un alma del infierno porque Dios tuvo que enviar a Su Hijo a la cruz.
Entonces, si Dios ya te dio el milagro más grande que puedas llegar a recibir, que es arrancarte de las garras de la condenación eterna y darte vida eterna, ¿qué es para Él sanar tu cuerpo, salvar tu matrimonio, regresarte a tu hijo adolescente rebelde o darte ese contrato comercial?
Por lo tanto, no pienses que cuando tú vienes a Dios con un dolor de cabeza, Él dice: “No hay problema”, pero si acudes a Él con cáncer, Él dice: ¿Cáncer?  ¡Wow!  No es tan fácil.  Esto es más problemático.  ¡Voy a necesitar más poder!
¡No! Esto puede parecernos más difícil a nosotros, pero no a Dios, nada es demasiado difícil para Él porque Él dice: “He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?
Este fue de hecho el caso de una miembro de nuestra iglesia que sufría de cáncer de ovario.  Después de haber orado por ella, le dije: “Este cáncer no es un problema para Dios.  ¡Solo cree que cuando Dios dijo que nada es imposible para Él, así es!  En cuestión de semanas, ella regresó con lágrimas en los ojos, testificando que volvió al médico y él la declaró sanada, luego de no poder encontrar rastros de cáncer en ella.
Amado, si lo que tú necesitas es un milagro, entonces es un milagro lo que obtendrás.  Dios ya te ha dado el gran milagro de la vida eterna, así que, ¿por qué no te daría Él todos los otros milagros más pequeños?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 24 de febrero de 2020

Nada Está Mal Respecto A Dios, A Su Palabra Y A Ti


Inspiración de Gracia
Toda tú eres hermosa, amada Mía, y no hay defecto en ti.  (Cantar De Los Cantares 4:7)
A veces, cuando no recibimos nuestra sanidad, rompimiento, restauración o el milagro de un hijo, no podemos evitar pensar que algo está mal con nosotros.  Nos decimos a nosotros mismos: “Nada está mal respecto a Dios, nada está mal respecto a la Palabra, ¡así que algo debe estar mal respecto a mí!”  Amigo, si tú piensas que tu milagro depende de ti, entonces estás en un terreno inestable.
En el antiguo pacto, vemos esa demanda de “todo depende de mí,” puesta sobre el hombre.  La parte de Dios era bendecir a Su pueblo, pero solo si ellos cumplían su parte obedeciendo todas Sus leyes.  Si ellos no cumplían con su parte, ellos no solo no eran bendecidos, sino que la maldición también vendría sobre ellos.
La mayoría de las veces, ellos terminaron bajo maldición porque simplemente no pudieron cumplir con todas las leyes de Dios.  Entonces Dios encontró fallas en ese pacto porque aunque Él quería bendecir al hombre, los pecados del hombre hacían que fuera difícil para Él hacerlo.  El hombre mismo era el eslabón débil.
En el nuevo pacto, el hombre no tiene una parte que desempeñar, excepto creer y recibir.  El nuevo pacto de la gracia fue cortado entre Dios Padre y Dios Hijo —ambos infalibles y más que poderosos para guardar el pacto.
Dios Hijo es el representante del hombre.  Jesús te representa a ti y a mí.  Así que, en este pacto, cuánto podemos recibir de Dios depende de cuán bueno es nuestro representante, de cuán perfecta es Su obediencia.  Por supuesto, Jesús es el Hombre perfecto, con obediencia perfecta.  ¡Así que en Él, nosotros estamos calificados para recibir todas las bendiciones de Dios!  Solo necesitamos creer y recibir.
La sangre de Jesús ha sido derramada para la remisión de todos tus pecados.  Tú ahora eres la justicia de Dios en Cristo. (Ver 2Cor. 5:21)  Por Su único sacrificio perfecto, Él te ha hecho perfecto para siempre. (Ver Heb. 10:14)  ¡No hay mancha en ti!
Hoy, el diablo no tiene derecho de decirte que tú no puedes ser bendecido porque hay algo mal respecto a ti.  Por lo tanto, mientras estás esperando tu milagro, di: “¡Nada está mal respecto a Dios, nada está mal respecto a la Palabra y nada está mal respecto a mí!  ¡Yo voy a recibir mi milagro!  ¡Aleluya!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 23 de febrero de 2020

Tu “Trabajo” Es Entrar En Su Descanso


Inspiración de Gracia
… El que ha entrado a Su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las Suyas. Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo…  (Hebreos 4:10-11)
Un bebé aprende a sentarse antes de comenzar a pararse y caminar.  La vida cristiana también comienza con sentarse.  Dios “con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús.” (Efesios 2:6)  Qué tan bien caminemos después de eso depende de qué tan bien nos sentemos y descansemos en la obra terminada de Cristo.
La tierra prometida era una tierra de descanso donde Dios prometió a Su pueblo “grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste, y casas llenas de toda buena cosa que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste...” (Deuteronomio 6: 10–11)
Pero durante 40 años, el pueblo de Dios vagó por el desierto porque ellos se negaron a creer que Dios les había dado una tierra donde todo estaba preparado —el trabajo estaba terminado.  Ellos no podían creer que Dios les hubiera dado una tierra llena de cosas buenas para que las disfrutaran, una tierra que simplemente fluía con Su provisión abundante.
Hoy, hay creyentes que todavía no pueden creer que la obra de Jesús esté verdaderamente completa y terminada.  Ellos están tratando de completar un trabajo completado, terminar un trabajo terminado y derrotar a un demonio derrotado.
Hay creyentes hoy, que siempre están trabajando y tratando de producir su sanidad, su éxito y su victoria.  Dios quiere que nosotros dejemos de intentar y comencemos a confiar en Su amor por nosotros.  Él quiere que dejemos de trabajar y luchar, y que comencemos a descansar y creer en Su gracia para con nosotros.
El único “trabajo” que nos queda hoy por hacer, es entrar en Su descanso.  Debemos trabajar todos los días por entrar en Su descanso.  Debemos descansar internamente y creer que el trabajo está hecho porque es un trabajo terminado, y confiar en el favor inmerecido de Dios hacia nosotros.  Debemos descansar en Jesús, nuestra arca verdadera, quien nos llevará a través de aguas tempestuosas.
Así que, “cuando oigas hoy Su voz, no endurezcas el corazón… haz todo lo posible por entrar en ese descanso…”  (Hebreos 4:7, 11, NTV)  Entremos en Su descanso.  ¡Disfrutemos estar sentados junto con Cristo en los lugares celestiales, entonces correremos y no estaremos cansados! (Ver Isaías 40:31)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 22 de febrero de 2020

Tener Todas Las Cosas Añadidas


Inspiración de Gracia
Pero buscad primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  (Mateo 6:33)
Tú probablemente seas una persona responsable que está preocupada por mantener bien a su familia —asegurándose de que haya comida en la mesa, dinero para las necesidades de los niños, sus comodidades y educación, etc.
¿Qué tiene Dios para decirnos acerca de estas preocupaciones legítimas?  Según Mateo 6:31, Él nos dice: “No se preocupen.”  Ahora, Él no está diciendo que nosotros no necesitamos todas estas cosas, porque en la misma porción de las Escrituras, Él dice: “Vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas.” (Mateo 6:32).
Así que, a Dios le importa que nosotros tengamos estas cosas.  Él quiere que tengamos todas estas cosas.  De hecho, Él quiere que todas estas cosas nos sean añadidas.  Y Él nos dice que la manera en que estas cosas nos serán añadidas es buscando primero el reino de Dios y Su justicia.  Por lo tanto, nuestra prioridad número uno todos los días debe ser buscar el reino de Dios y Su justicia, no buscar añadirnos estas cosas por nosotros mismos.
¿Pero qué es Su justicia?  Su justicia no tiene que ver con el comportamiento correcto.  Es estar en la posición correcta delante del Padre.  Y es la eliminación de toda la culpabilidad, lo que te hace capaz de estar de pie delante de Dios.  Esto no es algo que obtienes a través del comportamiento correcto.  Es un regalo de Dios.  Pablo lo llama “el don de la justicia.” (Romanos 5:17)  Y “buscar” este regalo es estar consciente del hecho de que tú lo tienes, para confesar que eres justo en Cristo.
Entonces, esta justicia que se nos dice que busquemos no se trata del comportamiento correcto, sino de la posición correcta delante de Dios, lo cual nos llega como un regalo cuando recibimos la salvación.  ¡En la cruz, Jesús no solo eliminó nuestros pecados, Él también nos dio Su justicia para que hoy nosotros podamos acercarnos confiadamente al trono de Dios y recibir libremente todo lo que Él murió para darnos!  ¡Aleluya!
Hoy, si tú quieres proveerle a tu familia las buenas cosas de la vida, ten la seguridad de que tu Padre celestial sabe que necesitas estas cosas.  ¡Solo busca Su justicia, no la tuya propia, y “todas estas cosas te serán añadidas”!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 21 de febrero de 2020

Eres Perfecto A Los Ojos De Dios


Inspiración de Gracia
Pero Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, Se sentó a la diestra de Dios… Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.  (Hebreos 10:12, 14)
Dios te ve sin defecto, mancha o imperfección, así que honra Su Palabra y la obra terminada de Su Hijo diciendo: “¡Amén!”  No dudes de tu perfección en Cristo.
Verse a sí mismo como alguien lejano a la perfección no es modestia, sino un fracaso en el entendimiento del sacrificio perfecto que Jesús ha hecho por ti.
La Biblia nos dice: “Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.”  ¿Lo entendiste?  Tú no solo has sido santificado, es decir, hecho santo, sino que por la misma ofrenda de Su cuerpo, tú has sido perfeccionado.  ¡Tú eres los dos, santo y perfecto a los ojos de Dios!
Tus pecados han sido purgados perfectamente.  ¡Hoy, Jesús está sentado a la diestra de Su Padre no porque Él es el Hijo de Dios (lo cual el correcto), sino porque Su obra de purgar tus pecados, está completamente terminada y es perfecta!
Así que, en lugar de estar consciente de tus pecados, lo cual es tener una mala conciencia (ver Hebreos 10:22), tú puedes tener una conciencia perfecta, una conciencia que está libre de la culpa y la condenación de los pecados.
Cuando te descubras estando consciente de tus pecados, solo di: “Te doy gracias, Señor Jesús, por Tu maravillosa obra en la cruz.  Es una obra perfecta que ha eliminado completamente todos mis pecados.”
“Espíritu Santo, te doy gracias por convencerme de justicia, que no viene de mí, sino es la justicia de Dios que me fue dada como un regalo.  Sigue convenciéndome todos los días, recordándome especialmente cuando fallo, que yo sigo siendo la justicia de Dios en Cristo.”
Amigo, Dios te ve perfecto, sin ninguna mancha de pecado.  Él te ve cubierto con las hermosas túnicas blancas de Su propia justicia.  Él te trata como a un hombre justo porque eso es lo que Él ha hecho de ti.  ¡Así que espera que te sucedan las cosas buenas, porque hay bendiciones sobre la cabeza de los justos!  ¡Aleluya! (Ver Proverbios 10:6)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 20 de febrero de 2020

El Regalo De No Condenación


Inspiración de Gracia
… “Yo tampoco te condeno. Vete, desde ahora no peques más.”  (Juan 8:11)
Cuando Jesús estuvo en la tierra, una mujer atrapada en el acto de adulterio fue llevada ante Él por los escribas y fariseos, la mafia religiosa de Su época.  Ellos trataban de atraparlo planteándole una pregunta que era difícil de responder: “En la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? (Juan 8:5)
Jesús respondió: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra.” (Juan 8:7)  Los escribas y fariseos comenzaron a irse uno por uno hasta que no quedó ninguno.
La gente de la multitud que quería condenar a la mujer no pudo.  Pero Jesús, el único en la multitud que realmente tenía el poder para condenarla, no lo hizo.  Él después de un momento le preguntó: “Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?” (Juan 8:10)
Él le dijo tales palabras de gracia porque Él la amaba.  Además, al hacerle la pregunta, Él le estaba dando la oportunidad de declarar palabras de no condenación para sí misma —”Ninguno [me condena], Señor.” (Juan 8:11)
Jesús no solo le habló palabras de gracia, sino que también le dio el regalo de no condenación —“Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.”  Fue cuando ella recibió el regalo de no condenación, que tuvo el poder para “irse y no pecar más.”
Hoy, tú tienes el regalo de no condenación porque el Hijo de Dios fue condenado por todos tus pecados. (Ver Romanos 8:1)  Hoy, Dios no puede condenarte cuando tú pecas porque Él es fiel y justo con lo que Su Hijo hizo ya.
Así que, si el diablo trata de convencerte de que Dios está enojado contigo cuando tú lo echas a perder, solo di: “¡Dios no me condena hoy, porque Él ya condenó a Jesús en la cruz hace 2,000 años!”
Desafortunadamente, todavía escuchamos a la gente decir: “Primero vete y no peques más, entonces yo no voy a condenarte.”  Quizás tú también te has estado diciendo esto a ti mismo.  Pero Dios dice: “Yo no te condeno. Vete; desde ahora no peques más.”  ¡Él te da el regalo de no condenación, para que tú tengas la fuerza para ir y no pecar más!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 19 de febrero de 2020

El Amor De Dios Demostrado


Inspiración de Gracia
El que no eximió ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?  (Romanos 8:32)
Cuando pasamos por una prueba, tendemos a preguntarnos: “¿Dios realmente me ama?  ¿Cómo es que no me lo parece?”  Cuando eso sucede, es tiempo de traer la cruz, porque el amor de Dios por ti está demostrado para siempre en la cruz.
Dios entregó a Su Hijo para que sufriera y muriera en la cruz por ti.  Jesús fue perforado en siete lugares, por ti —en Su cabeza por la corona de espinas, en Sus dos manos y pies por los clavos, y en Su costado y corazón por la lanza de un soldado romano.
Jesús llevó la corona de espinas en Su cabeza para que tú puedas tener una mente sana, libre de temores, culpa, depresión, ansiedades y estrés.
Cuando Jesús mostró por primera vez Sus manos perforadas por los clavos a Sus discípulos, les dijo: “¡La paz sea con ustedes!” (Juan 20:19–20)  Él quería que ellos supieran que la paz se encuentra en Su obra terminada, tipificada por Sus manos perforadas.  Cuanto más veas Su obra terminada, que ha comprado el perdón completo de todos tus pecados, habrá más de Su paz y reposo llegando a tu conciencia.
Los pies de Jesús lo llevaron a lugares donde había necesidad, enfermedades, rechazo, condenación e incluso muerte.  Y esos pies fueron perforados por clavos para que tú no tengas que estar en tales lugares por ti mismo.  Él te ha rescatado de tener que aceptar y sufrir estas cosas en la vida.
Sangre y agua fluyeron del costado de Jesús cuando fue perforado. (Ver Juan 19:34)  La ciencia médica nos dice que eso significa que Su corazón había sido roto.  Jesús murió literalmente por el corazón roto para que tu corazón pueda estar lleno de alegría.
Y así como Eva salió del costado de Adán cuando él estaba durmiendo, la novia de Cristo, la iglesia, salió del costado traspasado de Jesús y de Su muerte.  Si Él murió para tenerte como Su novia impecable, Él vive hoy para cuidar de ti.
Amado, las únicas cosas hechas por el hombre que están en el cielo hoy son esas cicatrices en Su cuerpo.  Estas permanecerán para siempre como señales de Su eterno amor y pasión por ti.  Así que, si Dios no eximió ni a Su Hijo, sino que lo entregó por ti, ¿cómo no te dará gratuitamente junto con Él todas las cosas?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 18 de febrero de 2020

Vence Los Obstáculos Con El Favor De Dios


Inspiración de Gracia
Y Rut la moabita dijo a Noemí: “Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia.” Y ella le respondió: “Ve, hija mía.”  (Rut 2:2)
¿Te miras a ti mismo y en lo natural lo único que ves es lo que te falta?  ¿Dices: “Yo no tengo una buena educación”, “Soy pobre”, “Soy demasiado viejo” o “Soy un divorciado”?  Tengo buenas noticias para ti.  Como creyente comprado por sangre y como hijo de Dios, ¡tú tienes el favor sobrenatural de Dios!
En la Biblia, Rut era una pobre viuda moabita que fue con su suegra a vivir a Belén, un pueblo judío donde los habitantes consideraban a los moabitas unos marginados.  Pero ella no se revolcaba en la autocompasión y gemía a causa de ser una viuda pobre de la raza equivocada, en el lugar equivocado.  Ella en cambio, creía que Dios la favorecería y declaró: “Voy a hallar gracia en el campo en donde recoja espigas.”
En lo natural, Rut tenía todo en su contra.  Pero debido a que confiaba en el favor de Dios, ella no solo se convirtió en la esposa del hombre más rico de Belén cuando Booz se casó con ella, sino que también se convirtió en la bisabuela de David y su nombre fue incluido en la genealogía de Jesucristo, ¡incluso aunque ella no era judía!  Eso es lo que el favor sobrenatural de Dios hizo por ella.  Esa es la clase de bendiciones que el favor sobrenatural de Dios puede darte.
Una miembro de la iglesia nos compartió cómo, debido a circunstancias imprevistas, ella se presentó tarde a una entrevista de trabajo.  Pero ella confesó el favor de Dios sobre sí misma antes de la entrevista y milagrosamente, los entrevistadores la seleccionaron para una segunda entrevista.
Hubo otros 40 solicitantes con la experiencia adecuada.  Y aunque ella carecía de experiencia relevante, a causa del favor de Dios, ella consiguió el trabajo que venía con una mejor paga y un monto para vehículo que subsidiaba completamente el préstamo de su automóvil.  Su nueva compañía incluso estaba dispuesta a pagar sus gastos de gasolina y teléfono celular —¡todo porque ella creía y confesaba que tenía el favor de Dios!
No mires solo lo que no tienes en lo natural y resultes viendo nada más lo que te hace falta.  ¡Confía en el favor de Dios y vas a ver bendiciones que tus habilidades naturales no pueden traer!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 17 de febrero de 2020

Vida Por Encima Del Sol


Inspiración de Gracia
… Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.  (Juan 10:10)
Cuando no estás disfrutando de la vida en abundancia, sientes como que la vida requiere de mucho trabajo.  En tu corazón, la vida no tiene sentido y está vacía.  La aflicción de espíritu, te hace sentir como que “corres tras el viento.” (Eclesiastés 2:11)
Parece como que nada de lo que haces vale la pena.  La Biblia llama a esta vida sin provecho, vida “bajo el sol.” (Eclesiastés 2:11)  Alguien que vive la vida bajo el sol puede o no conocer a Dios, pero Dios, o está olvidado, o no es el centro de las cosas en su vida.  Sus pensamientos son terrenales y lo que hace es para gratificar a su carne.  Finalmente, encuentra la vida deprimente e insatisfactoria.  La vida bajo el sol está llena de desesperación.
Pero esto no es así con alguien que vive la vida por encima del sol, con Dios.  Porque la vida con Él está llena de alegría y placeres a Su diestra. (Ver Salmos 16:11)  La vida es completamente abundante y buena, tal como lo prometió Jesús —“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Cuando tú vives la vida por encima del sol, tus pensamientos están dirigidos hacia el cielo y te vuelves alguien ocupado por Cristo.  Vives para Él porque sabes que todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él. (Ver Colosenses 1:16)  Cuando vives para Su gloria, tu vida adquiere un nuevo significado y propósito.
La Palabra de Dios dice: “Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.” (Colosenses 1:17)  La palabra griega para “permanecer” significa “mantener unido.”  En Cristo, todas las cosas se mantienen unidas.  Y es por eso que cuando Cristo es la figura central en tu vida, tú lo tendrás todo unido.  Tu mente se mantendrá unida. Tus esperanzas y sueños se mantendrán unidos.  Tu familia se mantendrá unida por las cuerdas de Su amor.
Tu vida no estará vacía, sino llena de la bondad de Dios porque “Cristo en ti, [es] la esperanza de gloria.” (Colosenses 1:27)  Es una vida maravillosa —esta vida que se vive por encima del sol.  ¡Y vas a tener una vida aún más maravillosa en el cielo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince