recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

jueves, 31 de mayo de 2018

‘Yo Seré Tu Dios’


… Y Yo seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.
Hebreos 8:10
Cuando Dios te dice: Yo seré tu Dios,” esta es una declaración de que Él va a obrar milagros en tu vida.  Así que, ¡si hay un milagro que tú necesitas, hay un milagro que vas a recibir!
Si hay un inmenso mar bloqueando el camino hacia tu bendición y Dios te dice: Yo seré tu Dios,” esto significa que Él va a abrir el mar para ti, para que tú puedas recibir tu bendición.
Si tú estás en escasez y Dios te dice: Yo seré tu Dios,” esto significa que vas a recibir provisión buena.  Ya que Dios alimentó a cerca de tres millones de israelitas en el desierto, todos los días, durante 40 años, tú puedes estar seguro de que Dios va a proveer para ti también.
Si tú estás enfermo y Dios te dice: Yo seré tu Dios,” esto significa que Él va a ser “el Señor tu sanador (Éxodo 15:26), y tú vas a vivir saludable.
Si tú has incurrido en una gran deuda y Dios te dice: Yo seré tu Dios,” esto significa que Él va a producir una cancelación sobrenatural de tu deuda.
Pero Dios no solo dice: Yo seré su Dios,”  Él también dice: ellos serán Mi pueblo.”
Ser el pueblo de Dios significa ser los protegidos.  No todas las personas en la tierra son el pueblo de Dios —solo nosotros que somos redimidos por la sangre de Cristo.  Durante los tiempos de incertidumbre, Dios te dice: Tú serás Mi pueblo.”  Esto significa que tú estás protegido de toda pestilencia, plaga, ataque y destrucción.
Aun cuando escuchas a personas decir que viene una crisis económica, Dios te dice: Tú serás Mi pueblo.”  Esto significa que tú no tienes de qué preocuparte, ni estar ansioso.  La crisis no va a afectarte.  Independientemente de la situación en el mundo, tú estás protegido y vas a andar en las bendiciones de Dios.
El poder de Dios llega a cada problema que tú enfrentas cuando Él te dice: “Yo seré tu Dios y tú serás Mi pueblo.”  Tú vas a experimentar la vida sobrenatural.  ¡Tu parte es creer lo que Él declara y actuar como que así es!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 30 de mayo de 2018

La Cláusula Que Hace Que Todo Suceda


Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados.
Hebreos 8:12
Nosotros ya no estamos bajo el antiguo pacto.  Ahora estamos bajo el nuevo pacto.  Y en este nuevo pacto, Dios dice que Él  hará tres cosas por nosotros:
  1.    Nos guiará — “Pondré Mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones.” (Hebreos 8:10)  Estas son las leyes de la fe, el amor y la libertad, para dirigirte en todo lo que hagas.  Es una forma espontánea, dinámica, activa, e íntima de ser guiado por Dios.
  2.    Hará milagros para nosotros — “Yo seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.” (Hebreos 8:10)  La frase “Yo seré su Dios” denota a un Dios hacedor de milagros.  Así que, si tú estás enfermo y Dios te dice: “Yo seré tu Dios,” ¡prepárate para sanar!  Si tienes escasez y Dios te dice: “Yo seré tu Dios,” ¡prepárate para Su provisión! 
  3.       Hará que le conozcamos sin esfuerzo — “… todos Me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.” (Hebreos 8:11)  La palabra griega usada aquí para “conocerán” es eido.  Esto significa conocer intuitivamente, sin esfuerzo.  Lo que significa que tú conocerás a Dios fácilmente.

¿Quieres experimentar hoy todas estas bendiciones en tu vida?
“Por supuesto Pastor Prince, yo quiero ser guiado por Dios.  Quiero que Él obre milagros en mi vida.  Quiero conocerle a Él íntimamente sin esfuerzos ni agotamiento.”
Entonces, tú necesitas saber la cláusula que hace que todo esto suceda: Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados.”  Las palabras “nunca más” en el griego, tienen un sentido de negativa doble.  Así que, Dios está diciendo: “¡Yo nunca, de ninguna manera, me acordaré de tus pecados!”
Amado, mientras más creas esto en tu corazón, más vas a ver esas bendiciones cumpliéndose en tu vida.  Cuando te das cuenta de lo mucho que Dios te ha perdonado y que ya no se acuerda de tus pecados, vas a conocerlo, vas a conocer Sus caminos y Su voluntad para ti íntimamente e intuitivamente, sin esfuerzo.
Así que, ¡cree con tu corazón hoy, la cláusula de la que todas estas bendiciones dependen, y prepárate para milagros y esperanzas cumplidas en los días por venir!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 29 de mayo de 2018

Ven Tal Como Eres Y Recibe


Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Mateo 15:27
Acércate al Señor tal como eres, incluso con tu necesidad, y apóyate en Su amor infalible e incondicional  por ti.  No tienes que pretender ser más de lo que eres para recibir de Dios la bendición que necesitas.  No tienes que pretender ser alguien más para parecer más merecedor de recibir algo de parte de Dios.
Una mujer cananea que buscaba desesperadamente sanidad para su hija que estaba endemoniada, vino a Jesús. (Mateo 15:22-28)  Sabiendo que Él sanaba y hacía milagros entre los judíos, ella pretendió ser una judía y gritaba diciendo: “¡Señor, Hijo de David!” (Solo los judíos se dirigían a Jesús como “Hijo de David”.)  Jesús no le respondió.  Su silencio la hizo soltar su pretensión (de ser judía) y gritar: “¡Señor, socórreme!”
Solo cuando su pretensión se desvaneció, ella pudo ver la gracia de Dios extendida hacia ella.  Jesús hizo un camino para que ella pudiera recibir su milagro, incluso cuando aún no era tiempo para que los gentiles recibieran Sus bendiciones.  Él le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos.”
Muchas personas pueden sentirse ofendidas al ser llamadas “un perro.”  Realmente la palabra griega utilizada aquí por Jesús, significa “cachorrito,” y es, por lo tanto, un término más afectuoso que ofensivo.  Así que, esta mujer no se sintió ofendida.  De hecho, ella sabía entonces que podía recibir sanidad para su hija, porque aún los cachorritos comen de lo que cae de la mesa de su amo.
Ella vio que las migajas bajo la mesa del Maestro eran suficientes para una gentil, una “cachorrita,” como ella.  Debes comprender que en ese entonces, los judíos consideraban a los gentiles como perros.  Pero lo que Jesús estaba tratando de decir era que Él había sido llamado primero a los judíos, no a los gentiles.  Aun así, Él amaba a esta mujer gentil y a su hija lo suficiente como para proveer un “vacío legal” para que ellas recibieran su milagro.
Así que, cuando la mujer cananea tomó su lugar dejando de lado el título “Hijo de David” y solo se apoyó en la compasión de Jesús por ella, en esa misma hora, su hija fue sanada.
Si Dios estaba deseoso de extender Su gracia a los gentiles, ¡cuanto más para ti, Su amado hijo!  Tú no necesitas depender de pretensiones para recibir un milagro de Él.  Acércate tal como eres y apóyate en Su gracia.  Si Él entregó a Jesús por nosotros, “¿cómo no nos dará con Él también todas las cosas?” (Romanos 8:32)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 28 de mayo de 2018

Vive La Vida De “Mucho Más”


Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos 5:17
Cuando Dios creó al hombre, Él no tenía la intención de que el hombre llegara a viejo, se volviera débil e impotente, sufriera enfermedades y muriera —primero la muerte física, luego la muerte segunda o muerte eterna.
Dios nunca pretendió que el hombre pasara por todo eso y sufriera la muerte.  Pero a causa de la transgresión de un hombre —ese hombre es Adán— la muerte reina.
La muerte final es la muerte segunda o muerte eterna en el lago de fuego.  Antes de esa muerte está la muerte física.  Antes de la muerte física, tenemos las enfermedades y los padecimientos.  No todas las enfermedades y padecimientos llevan a la muerte, pero si son manifestaciones de muerte.  Un paso antes que las enfermedades y padecimientos están el cansancio, la debilidad y la impotencia, que son signos y síntomas de muerte.  Así que, todas estas son formas de muerte.  Como puedes ver, la muerte reina.
¿Estás tú resignado al hecho de que la muerte puede golpear a cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar que lo desee?  ¿Estás permitiendo que la muerte reine en tu vida y en la vida de tus seres queridos?  ¿O estás permitiendo que la Palabra de Dios te diga la verdad acerca de la muerte?
 Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más  ¡Gracias a Dios por el “mucho más”!  Lo que Jesús, el postrer Adán hizo, es mucho más y muy superior a lo que lo que el primer Adán hizo.  Nosotros somos “los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia.  ¡Por lo tanto, nuestro “mucho más” es que nosotros vamos a reinar en la vida por medio de Jesucristo!
Dios considera a la muerte un enemigo.  Él vino para destruir a la muerte y darnos vida eterna.  Y mientras más caminemos en la gracia de Dios y Su justicia, más vamos a reinar en la vida.  Mientras más creamos en Su gracia o favor inmerecido, y más reconozcamos que  hemos sido hechos justos por Su sangre y no por nuestro buen comportamiento, ¡más vamos a reinar sobre todas las formas de muerte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 27 de mayo de 2018

Se Establecido En La Justicia De Dios


En justicia serás establecida. Estarás lejos de la opresión, pues no temerás, y del terror, pues no se acercará a ti.
Isaías 54:14
¿Te has preguntado alguna vez por qué algunos cristianos son constantemente acosados con problemas abrumadores, enfermedades y derrotas, si la promesa de Dios, “Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Isaías 54:17), es verdadera?
Bien, esta promesa viene con una condición —“En justicia serás establecida.”  Cuando tú eres establecido en justicia, vas a estar lejos de la opresión y el terror, ¡y ninguna arma forjada contra ti prosperará!
Esta condición no es difícil de cumplir.  Para comenzar, ¡tú ya tienes justicia!  Cuando recibes a Jesús como tu Salvador, recibes el regalo de la justicia, que te permite reinar en la vida. (Romanos 5:17)  Esta justicia no viene de ti, sino del Señor. (Isaías 54:17)  Y cuando tú estás establecido en Su justicia, ninguna arma forjada contra ti, va a prosperar.
Pero, ¿qué significa ser establecido en justicia?  Ser establecido en algo es, tener ese algo como el fundamento mismo de tu seguridad.   Así que, Dios quiere que sepas, que estés seguro, y que crezcas en la revelación de que tú eres justificado por la sangre de Jesús, por Su sacrificio perfecto en la cruz.
Cuando sientes como si estuvieras en una tormenta, siendo lanzado aquí y allá, y comienzas a experimentar preocupación y temor, recuérdate a ti mismo quién eres en Cristo.  Tú eres la justicia de Dios en Cristo, ¡y tienes Su justificación!
Al hacer esto, vas a comenzar a darte cuenta de que la preocupación y el temor pasan de largo, porque cuando tú eres establecido en justicia, “estarás lejos de la opresión, pues no temerás, y del terror, pues no se acercará a ti.”  Es por eso que Dios quiere que seas establecido en justicia.  Él quiere que seas libre del temor y estés lejos de la opresión y el terror.
Así que, cuando te sientas presionado, sujétate fuerte de la verdad de que tú eres la justicia de Dios en Cristo.  Es ahí en donde ninguna arma forjada contra ti puede prosperar.  Mientras te mantengas creyendo y confesando tu justificación en Cristo, ¡la revelación va a estallar y tú vas a experimentar la liberación de provisión milagrosa, protección divina y las bendiciones de Dios en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 26 de mayo de 2018

Dios No Te Juzga


¿Quién acusará a los escogidos de Dios?  Dios es el que justifica.
Romanos 8:33
Algunas personas ven a Dios como un juez que tiene demandas exigentes sobre el hombre.  Cuando se quedan cortos, o cuando las cosas van mal en sus vidas, piensan que es porque Dios los está juzgando.
Mi amigo, la verdad es que si tú eres un creyente, Dios no tiene ningún cargo contra ti.  Él te justifica por la sangre de Su Hijo.  De hecho, la Palabra de Dios continúa diciendo que Aquel que tiene derecho a condenarte, prefirió morir por ti, resucitó, y está a la diestra del Padre para justificarte. (Romanos 8:34)
Pero lo que el diablo intenta es hacerte creer que Dios te mira con un ojo crítico y te castiga cuando haces algo malo.   Ha engañado a muchos cristianos sinceros, haciéndoles creer que si han hecho algo malo, las cosas malas tienen derecho a venir sobre ellos y sus familias.  Y cuando estas cosas suceden, los convence de que están sufriendo el juicio de Dios a causa de sus malas acciones.  Mientras tanto, estos cristianos sinceros luchan con la condenación porque piensan que son ellos mismos la causa de sus problemas.
Nada puede estar más lejos de la verdad.  Desde la cruz, en donde Jesús fue juzgado en tu lugar por cada una de tus malas acciones, pensamientos y palabras, Dios ya no va a juzgarte a ti, Su hijo.  Tú no tienes por qué aceptar ninguna condenación porque Jesús llevó todo tu castigo en la cruz.
Así que, cuando comiences a sentirte condenado por tus acciones, o cuando experimentes circunstancias negativas, di: “Escrito está: Es Dios quien me justifica.  Yo soy completamente perdonado y hecho justo delante de Él.  ¡Me niego a aceptar la condenación y rechazo todos los síntomas de la maldición que estoy viendo en mis circunstancias!”
Luego, simplemente permanece firme en la verdad de la Palabra de Dios, y obsérvalo a Él liberarte y bendecirte.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 25 de mayo de 2018

El Antídoto Para El Temor


En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…
1 Juan 4:18
Los expertos dicen que los bebes tienen dos temores que son naturales: el temor a caerse y el temor a ruidos fuertes.  Un estudio acerca del temor fue desarrollado con 500 adultos de diferentes edades, trasfondos y estilos de vida.  Los resultados mostraron que ellos compartieron alrededor de 7,000 temores diferentes.  Esto significa que deben haber aprendido 6,998 temores desde que nacieron.  ¡Esta es una gran cantidad de temores!
Actualmente, nuestros cuerpos son diseñados por la fe.  El temor era extraño para el hombre hasta que Adán pecó contra Dios.  Por primera vez, Adán conoció el temor, y se escondió de Dios y dijo: “Oí Tu voz… tuve miedo… me escondí.  (Génesis 3:10)
Desde entonces, el hombre ha estado viviendo en el reino del temor —temor al futuro, temor a lo que otros puedan decir, temor a las enfermedades, temor a volar…  En realidad, todo temor nace de la sensación de estar separados de Dios.  Si tú estás creyendo que Dios todavía está enojado contigo, y que Él está decidido a castigarte, ¿cómo podrías entonces tener fe en que todo va a estar bien?  ¿Cómo podrías tener fe para tu milagro?
Pero yo tengo buenas noticias para ti.  Hay un antídoto seguro para el temor.  El apóstol Juan dice que el perfecto amor echa fuera el temor.”  Cuando tú sabes que Dios te ama tanto que dio a Su Hijo para que llevara tu castigo y tú pudieras tomar Sus bendiciones, dejas de tener temor.
Dios te ama tanto que en la cruz, Jesús fue rechazado para que tú pudieras convertirte en el amado de Dios.  No fueron los clavos los que mantuvieron a Jesús en la cruz.  Fue Su amor por ti.  Y si Dios no retuvo a Jesús, ¿por qué crees que Él retendría la sanidad, la provisión financiera o un matrimonio bendecido para ti?  (Romanos 8:32)
Hoy, cuando escuches Su voz, vas a escucharlo decir: Tú eres Mi hijo amado, en ti tengo complacencia.”  Y no tendrás que esconderte, tú puedes correr hacia Él sin temor porque Él no está ahí para castigarte.  ¡Él está ahí para protegerte y para proveer para ti, así que no temas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 24 de mayo de 2018

¿Qué Hay En Tu Corazón?


… Pondré Mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones…
Hebreos 8:10
Muchos de nosotros hemos sido enseñados que no podemos confiar en nuestros corazones.  Citamos versículos como: “Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio…” (Jeremías 17:9), desconociendo que Jeremías se estaba refiriendo al hombre que no ha reconocido a Jesús como su Señor y Salvador.
He tenido personas que vienen a decirme: “Pastor Prince, no sé qué debería hacer con mi vida.”
¿Qué es lo que hay en tu corazón?”  Le pregunté a uno de ellos.
“Me encantaría trabajar con niños.”
“¡Entonces trabaja con niños!”
“Pero estoy esperando a que el Señor me diga que haga eso.”
“Bueno, Él ha puesto el deseo en ti, ¡así que ve y trabaja con niños!”
“Pero el deseo viene de mi corazón.  ¿Cómo puedo saber si éste es de Dios?”
Mi amigo, una vez que eres salvo, tú tienes un corazón totalmente nuevo (Ezequiel 36:26), y puedes confiar en los impulsos de tu corazón porque Dios habita en ti y Él te dirige desde tu interior.  Y no te preocupes porque Sus impulsos nunca van a contradecir Su Palabra.  Estos van a dirigirte al buen éxito.
A menudo te encuentras con que cuando sigues tus impulsos internos, es realmente Dios quien ha puesto esos deseos en tu mente y los ha escrito en tu corazón.  Recuerdo años atrás cuando me acerqué a uno de los líderes de nuestra iglesia y le dije: “Yo realmente pienso que tú has sido llamado para ser pastor a tiempo completo.”  Resultó que esto era una confirmación de lo que él realmente sabía en su interior.  Ves, Dios ya había estado dirigiéndolo desde su interior.   Hoy, él es uno de nuestros pastores a tiempo completo. 
Si tú disfrutas algo y deseas hacerlo, entonces, ¡ve por ello!  Ve con la corriente.  Dios Mismo dice que Él va a guiarnos desde nuestro interior.  No dudemos de Él.  Y no te preocupes por los resultados.  Tu parte es solo seguir la corriente.  ¡La parte de Dios es obrar en ti tanto el querer como el hacer!  (Filipenses 2:13)
Amado, debido a que Dios te ha dado un corazón nuevo, Él va a escribir Sus deseos en él.  Y mientras tú cumplas estos deseos, vas a dar fruto, y no vas a marchitarte y morir.  ¡Todo lo que hagas va a ser prosperado!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Habrá Algo Imposible Para Dios?


He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?
Jeremías 32:27
¿Tienes algún problema creyendo que en el momento en que un pecador recibe a Cristo Jesús como su Señor y Salvador, es salvo?  Creo que dirás: “No.”
Entonces déjame preguntarte, ¿qué es más difícil para Dios (aunque en realidad sabemos que nada es difícil para Dios), salvar un alma del infierno, o sanar un cuerpo enfermo?  Por supuesto que es “difícil” salvar a un alma del infierno porque Dios tuvo que enviar a Su Hijo a la cruz.
Así que, si Dios te ha dado ya el más grande milagro que puedas recibir, que es arrebatarte de las garras de la condenación eterna y darte vida eterna, ¿qué es para Él sanar tu cuerpo, salvar tu matrimonio, cambiar la rebeldía de tu hijo adolescente, o darte ese contrato de negocios?
Por lo tanto, no pienses que cuando te acercas a Dios con un dolor de cabeza, Él dice: “No hay problema,” pero cuando vienes a Él con cáncer, Él dice: “¿Cáncer?  ¡Wow!  No es tan fácil.  Esto es más complicado.  ¡Voy a necesitar más poder!”
¡No!  Puede parecer más difícil para nosotros, pero en cuanto a Dios, nada es imposible para Él, porque Él ha dicho: “He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí? 
Este fue el caso de una miembro de nuestra iglesia, que estaba sufriendo de cáncer ovárico.  Después de que oré por ella, le dije: “Este cáncer no es un problema para Dios.  Solo cree que cuando Dios dice que nada hay imposible para Él, ¡es así!”  En cuestión de semanas, ella regresó con lágrimas en sus ojos, testificando que volvió al médico y él la declaró sana después de que no pudo encontrar ningún rastro de cáncer en ella.
Amado, si hay un milagro que necesitas, hay un milagro que vas a recibir.  Dios ya te ha dado el gran milagro de la vida eterna, así que, ¿cómo no te dará Él también todos los otros milagros menores?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 22 de mayo de 2018

No Hay Nada Que Esté Mal En Dios, Ni En Su Palabra, Ni En Mi


Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Cantares 4:7
Algunas veces, cuando no recibimos nuestra sanidad, nuestro rompimiento, nuestra restauración o nuestro milagro de tener hijos, no podemos sino pensar que algo está mal en nosotros.  Nos decimos a nosotros mismos: “¡No hay nada que esté mal en Dios, nada que esté mal en la Palabra, así que, debe haber algo que está mal en mí!”  Mi amigo, si piensas que tu milagro depende de ti, entonces estás en tierra inestable.
En el antiguo pacto, vemos la carga “todo depende de mí,”  puesta sobre el hombre.  La parte de Dios era bendecir a Su pueblo, pero solo si ellos hacían su parte al obedecer todas Sus leyes.  Si ellos no hacían su parte, ellos no solo no serían benditos, sino que sobre ellos vendría maldición.
La mayor parte del tiempo, ellos terminaban bajo maldición, porque simplemente no podían cumplir todas las leyes de Dios.  Así que, Dios halló falla en ese pacto porque aunque Él quería bendecir al hombre, los pecados del hombre le hacían difícil hacerlo.  El hombre mismo era el punto débil.
En el nuevo pacto, el hombre no tiene una parte que cumplir, excepto creer y recibir.  El nuevo pacto de la gracia, fue establecido entre Dios el Padre y Dios el Hijo —ambos infalibles y más que capaces de guardar el pacto.
Dios el Hijo es el representante del hombre.  Jesús nos representa a ti y a mí.  Así que, en este pacto, lo mucho que podemos recibir de Dios depende de lo bueno que es nuestro representante y lo perfecta que es Su obediencia.  Por supuesto, Jesús es el Hombre perfecto, de obediencia perfecta.  Así que, ¡en Él nosotros estamos calificados para recibir todas las bendiciones de Dios!  Solamente necesitamos creer y recibir.
La sangre de Jesús fue derramada por la remisión de todos tus pecados.  Tú eres ahora la justicia de Dios en Cristo. (2 Corintios 5:21)   Por Su sacrificio perfecto, Él te ha hecho perfecto para siempre. (Hebreos 10:14)  ¡No hay mancha en ti!
Hoy, el diablo no tiene derecho de decirte que tú no puedes ser bendecido porque hay algo malo en ti.  Así que, mientras estás esperando por tu milagro, di: “¡No hay nada que esté mal en Dios, nada que esté mal en la Palabra, y nada que esté mal en mi!  ¡Yo voy a recibir mi milagro! ¡Aleluya!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 21 de mayo de 2018

Tu “Trabajo” Es Entrar En Su Descanso


… El que ha entrado a Su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las Suyas.  Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo…
Hebreos 4:10-11
Un bebé aprende a sentarse antes de empezar a ponerse de pie y caminar.  La vida cristiana también comienza con sentarse.  Dios “nos resucitó con Él, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús. (Efesios 2:6)  Lo bien que caminemos después de eso, depende de lo bien que nos sentemos y descansemos en la obra terminada de Cristo.
La tierra prometida era una tierra de descanso en la que Dios prometió a Su pueblo “grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste, y casas llenas de toda buena cosa que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste. (Deuteronomio 6:10-11)
Pero durante 40 años, el pueblo de Dios anduvo en el desierto, porque ellos se rehusaron a creer que Dios les había dado una tierra en dónde todo había sido preparado —la obra estaba terminada.  Ellos no pudieron creer que Dios les había dado una tierra llena de cosas buenas para que las disfrutaran, una tierra en la que fluía Su provisión abundante.
Hoy, hay creyentes que todavía no pueden creer que la obra de Jesús esté completa y verdaderamente terminada.  Ellos están tratando de completar una obra completa, terminar una obra terminada y vencer a un diablo vencido.
Hoy, hay creyentes que están siempre trabajando, tratando de generar su sanidad, su éxito y su victoria.  Pero Dios quiere que dejemos de intentarlo y que comencemos a confiar en Su amor por nosotros.  Él quiere que dejemos de trabajar y luchar, y comencemos a descansar y creer en Su gracia para nosotros.
El único “trabajo” que ha dejado para que nosotros hagamos hoy es entrar en Su descanso.  Nosotros debemos trabajar cada día por entrar en Su descanso.  Debemos descansar en nuestro interior, creyendo que la obra está hecha porque es una obra terminada, y vivir cada día confiando en el favor inmerecido de Dios para nosotros.  Debemos descansar en Jesús, nuestra verdadera arca, que nos llevará a través de las aguas tempestuosas.
Así que, hoy, si oyes Su voz, no endurezcas tu corazón… esfuérzate por entrar en ese reposo.” (Hebreos 4:7-11)  Entremos en Su reposo.  Disfrutemos sentarnos con Cristo en los lugares celestiales, ¡así correremos y no nos cansaremos! (Isaías 40:31)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 20 de mayo de 2018

Tener Todas Las Cosas Añadidas


Pero buscad primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33
Tú probablemente seas una persona responsable que está preocupada por proveer adecuadamente para su familia —ocupado en que haya comida en la mesa, dinero para las necesidades de los niños, comodidad, educación, y así.
¿Qué tiene que decirnos Dios acerca de estas preocupaciones legítimas?  Según Mateo 6:31, Él nos dice: “No se preocupen.”  Ahora, Él no está diciendo que nosotros no necesitamos todas esas cosas porque en la misma porción de la escritura, Él dice: “Vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas.” (Mateo 6:32)
Así que, Dios se preocupa de que nosotros tengamos estas cosas.  Él quiere que nosotros tengamos todas estas cosas.  De hecho, Él quiere que todas estas cosas nos sean añadidas.  Y Él nos dice que la manera en que estas cosas nos serán añadidas es que nosotros primero busquemos el reino de Dios y Su justicia.  Y no es buscando añadir todas estas cosas para nosotros mismos.
Pero, ¿qué es justicia?  Justicia no es buen comportamiento.  Es la posición correcta delante del Padre.  Es la limpieza de toda tu culpa, que te hace capaz de estar de pie delante de Dios.  No es algo que tú alcanzas mediante el buen comportamiento.  Es un regalo de Dios.  Pablo lo llama: El regalo de la justicia.” (Romanos 5:17)  Y “buscar” este regalo es estar consciente del hecho de que tú lo tienes, es también, confesar que tú eres justo en Cristo. 
Así que, esta justicia que se nos dice que busquemos, no es buen comportamiento, sino la posición correcta delante de Dios, que viene a nosotros como un regalo cuando recibimos la salvación.  En la cruz, Jesús no solo quitó nuestros pecados, ¡Él también nos dio Su justicia, para que hoy, nosotros podamos acercarnos confiadamente delante del trono de Dios, y recibir libremente, todo lo que Él murió para darnos!
Hoy, si tú quieres proveer para tu familia las cosas buenas de la vida, asegúrate que tu Padre celestial sepa que tú necesitas todas estas cosas.  Solo busca Su justicia, no tu propia justificación, ¡y “todas esas cosas te serán añadidas”!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince