recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

sábado, 30 de noviembre de 2019

Más Allá De Toda Expectativa

Medita En
Y cuando bajó del monte, grandes multitudes le seguían. Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: “Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra”.  (Mateo 8:1–3)
Cuando el Señor te bendice, Él te bendice más allá de lo que tú esperas.  En la sanidad del hombre con lepra, Jesús extendió Su mano y tocó al hombre, diciendo: “Quiero; sé limpio”.  E inmediatamente, el hombre fue sanado.
Amigo, ¿notaste que Jesús tocó al hombre primero,  antes de sanarlo?  ¡Me encantan estos pequeños gestos de Jesús!  Ese simple toque, le devolvió el sentido de humanidad y dignidad al hombre, quien no había sido tocado en mucho tiempo.  Debido a su condición inmunda y físicamente repulsiva, nadie quería estar cerca de él, mucho menos tocarlo.
Jesús sabía que el hombre necesitaba algo más que sanidad física, así que Él dio más allá de lo que el hombre había esperado.  ¡Amado, ese es el amor y la poderosa gracia de tu Salvador!  ¿Qué es lo que necesitas hoy?  ¡Ten la seguridad, sin lugar a dudas, que la provisión de Jesús excederá todas tus todas tus expectativas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 29 de noviembre de 2019

Siempre Introduce La Cruz


Medita En
Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas… Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo: ¿Qué beberemos? Entonces él clamó al Señor, y el Señor le mostró un árbol; y él lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces.  (Éxodo 15:23–25)
Me encanta la historia de cómo Dios convirtió las aguas amargas y venenosas en aguas dulces y refrescantes para Su pueblo, cuando ellos llegaron a un lugar llamado Mara (que en hebreo significa “amargura”).  Cuando los israelitas no pudieron beber el agua, Moisés clamó al Señor.  El Señor le mostró un árbol, que Moisés echó en las aguas.  Cuando él hizo eso, la Biblia dice que “las aguas se volvieron dulces”.
Me encanta cómo la solución de Dios entonces sigue siendo la solución de Dios ahora: Introduce el árbol —una figura de Jesús en la cruz— para cambiar las aguas amargas en aguas dulces.
Hoy, en medio de las aguas amargas de tu dolor o condición, quiero animarte a que introduzcas a Jesús y veas lo que Él hizo por ti en la cruz.  El alivio y la sanidad no provienen de morar o permanecer en tu dolor.  ¡Introduce el árbol —la cruz de Jesús— y mira cómo tus aguas amargas se vuelven dulces!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 28 de noviembre de 2019

Escapa De La Prisión


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Entonces en su angustia clamaron al Señor y Él los salvó de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte y rompió sus ataduras.  (Salmos 107:13–14)
¿Quién te crees que eres?  ¿Has olvidado todos los errores que has cometido?
Las cosas nunca mejorarán.  Deberías solo aceptar lo que te tocó.
No va a funcionar —¡tú simplemente vas a fallar otra vez!
Nadie te ama.  Tú estás completamente solo
¿Has estado en el extremo receptor de estas palabras de desánimo, acusación y menosprecio?
He visto estas tácticas de engaño, cargadas de juicio y condenación, que el adversario ha usado demasiadas veces.  He visto a muchas personas que tratan de salir de la sombra de su pasado o liberarse de sus adicciones, y terminan sucumbiendo a estas mentiras sobre sí mismos, su identidad, su futuro y su destino.  Como resultado, ellos no pueden ser libres y día tras día, simplemente viven para perpetuar el dolor, los temores y las adicciones a los que están atados.
Ese es el poder de creer lo equivocado.
Creer lo equivocado pone a las personas en una prisión —una prisión donde los reclusos se comportan como si estuvieran presos en una cárcel de máxima seguridad.  Ellos marchan rigurosamente hacia las frías celdas de dudas personales y adicciones.  Se dejan llevar a las mazmorras de las conductas destructivas.  Se han convencido a sí mismos de nunca soñar con un lugar mejor, creyendo que ellos no tienen más remedio que vivir en desesperación, frustración y derrota.
Si eso te describe, es tiempo de que te escapes de la prisión, amigo.  Es hora de que te liberes de la atadura paralizante de todo lo que te ha detenido.  ¿Cómo?  A través de creer lo correcto —la luz que ilumina el camino de la libertad hacia afuera de esta prisión.
Reconoce y cree que Dios no quiere que vivas encarcelado por temores, culpa y adicciones.  Abre tu corazón para creer que Su plan para ti es que vivas con alegría desbordante, con paz que supera el entendimiento y con confianza inquebrantable en lo que Él ha hecho por ti.  A través de la cruz, Jesús ha pagado para que tú tengas Su vida abundante —una vida marcada por Su libertad, Su poder y Sus bendiciones.
¡Es hora de dejar la vida de derrota y caminar en una vida llena de victoria, seguridad y la abundante gracia de Dios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Presentando Al Dios Real


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Y cuando bajó del monte, grandes multitudes le seguían. Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: “Quiero; sé limpio”. Y al instante quedó limpio de su lepra.  (Mateo 8:1–3)
Hay mucha equivocación en lo que se cree hoy sobre quién es Jesús.  Te pido que deseches cada idea, concepto e imagen que puedas tener de un Jesús “religioso”.  Permíteme presentarte al verdadero Jesús, porque es aquí donde todo comienza.  No estoy hablando del Jesús religioso del que quizás hayas oído hablar mientras crecías, sino del Jesús verdadero que caminaba por las polvorientas calles de Jerusalén y sobre las furiosas aguas de Galilea.
Él era en quien los enfermos, los pobres, los pecadores, los deprimidos y los marginados instintivamente se apoyaban y con quien se sentían cómodos.  Él era Dios en la carne y Él manifestaba el amor tangible de Dios.  En Su presencia, aquellos que eran imperfectos no sentían miedo de Él, ni se sentían juzgados o condenados de parte Suya.  A aquellos que lo buscaron por sanidad, restauración y provisión —sin importar su pasado o trasfondo— Él siempre les extendió un corazón amoroso y compasivo, los sostuvo y suplió su necesidad.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, no necesitas ser “religioso” para tener acceso a Dios y a Su ayuda.  De hecho, cuanto menos “religioso” seas, mejor.  El verdadero Jesús no vino a traer una nueva religión.  Él no vino a ser servido y atendido.  No, Él vino a servir, y servir fue lo que hizo.
El verdadero Jesús creó el universo con una sola orden y orquestó los caminos de cada planeta para que ninguno chocara.  Él tenía todo el derecho de exigir el servicio de aquellos que Él creó, sin embargo Él les brindó Su servicio.  Él se inclinó y con Sus propias manos lavó la mugre y la suciedad de los pies de Sus discípulos.  Esas mismas manos serían luego perforadas con unos gruesos clavos en la cruz, y Él con Su propia sangre nos lavaría de la mugre y la suciedad de todos nuestros pecados, llevándolos sobre Su propio cuerpo.  ¡Qué lejano al Dios de condenación, juicio y culpa que muchos han representado que Él es!
Este es el verdadero Jesús —totalmente diferente a lo que a muchos de nosotros se nos ha enseñado acerca de Dios.  Él quiere y es poderoso para satisfacer tus necesidades hoy, y amarte a plenitud.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 26 de noviembre de 2019

El Perdón Abre La Puerta


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“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman”.  (1 Corintios 2:9)
Palabras crueles pronunciadas con ira.  Una traición a la confianza.  Promesas rotas.  Una relación destructiva que tú sabías que no debías haber entablado.
¿Has estado en alguno de esos caminos oscuros antes?  Hay muchas personas que están viviendo a la sombra de la culpa y la condenación.  Los errores de su pasado los persiguen, y es un viaje arduo y dolorosamente solitario para ellos.
Quizás el paralítico a quien sus cuatro amigos fieles bajaron por el techo en el libro de Marcos entendió algo de esto.  La Biblia nos dice que él estaba paralizado hasta el punto en que solo podía estar acostado sobre una camilla, que fue cómo sus amigos lo llevaron hasta la casa donde estaba Jesús.  Con el hombre acostado inerte sobre su camilla, sus cuatro amigos lo bajaron por el techo, justo en frente de Jesús —la única manera que ellos conocían para llevar a su amigo lisiado ante Jesús y asegurar su sanidad.  Las Escrituras nos dicen que cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”. (Marcos 2:5)
Para todos los que estaban viendo esta escena desarrollarse ese día, debe haber sido muy extraño que Jesús dijera —“tus pecados te son perdonados”.  El hombre estaba claramente paralizado.  Él obviamente estaba allí por su sanidad.  ¿Qué tenía que ver el perdón con su condición o sanidad?
Pero Jesús sabía que eso era exactamente lo que este pobre hombre necesitaba escuchar para que su sanidad se manifestara.  Y de hecho, en las siguientes palabras de Jesús: “¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!”, el paralítico “se levantó de un salto, tomó su camilla y salió caminando entre los espectadores, que habían quedado atónitos.” (Marcos 2:11–12, NTV)  ¿Qué había sucedido?  Jesús vio, cuando nadie más podía, que el hombre necesitaba escuchar que era perdonado, que Dios no lo estaba condenando.  Y esas palabras abrieron la puerta a su sanidad y lo liberaron de su parálisis.  No es de extrañar que los espectadores quedaran atónitos —¡ante sus ojos, el hombre pasó de ser alguien inmóvil e indefenso, a ser activo, fuerte y perfectamente completo!
Querido amigo, si estás paralizado por una fuerte sensación de condenación por algo en tu pasado, quiero que sepas sin ninguna duda que Dios no está apartando de ti, tu rompimiento.  Él te ama, comprende tu dolor y sufrimiento, y te ha perdonado a través de la cruz.  Él quiere que sepas que tu pasado no tiene que envenenar tu futuro.  No importa cuántos días oscuros hayas experimentado, Dios ha preparado muchas y maravillosas puertas abiertas de oportunidad, favor y buen éxito, para que tú puedas caminar por ellas en los días venideros.  Tus días más brillantes y gloriosos están aún por venir.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 25 de noviembre de 2019

Bajo El Cuidado Del Buen Pastor

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El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.  (Salmos 23:1–4)
Si somos honestos, todos tenemos alguna medida de creencias equivocadas en nuestras vidas.  Solo pregúntate: “¿Me he sentido ansioso, preocupado o temeroso de que lo peor nos pueda pasar a mí y a mis seres queridos?”  Estas emociones negativas y agotadoras son meros banderines que indican lo que realmente creemos acerca de nosotros mismos, nuestras vidas y Dios.
Cuando estamos temerosos y preocupados todo el tiempo, estamos viviendo como si no creyéramos que tenemos un Pastor fuerte y poderoso, que tiene un corazón tierno hacia nosotros, que nos lleva a buenos lugares, que nos protege y nos cuida con amor.  Entonces, si preocuparse o tener miedo parece ser tu modo natural predeterminado, lo que debes hacer es seguir escuchando y aprendiendo acerca de lo mucho que Dios te ama y cuán precioso eres para Él.
Es por eso que salir de la preocupación constante no es solo cuestión de pensar positivamente; esto nace de saber que tú tienes una relación personal e íntima con un Salvador amoroso que vela por tus necesidades y te cuida como un Pastor amoroso.  Cuanto más firmemente creas que Él está cuidando de ti, más cambio habrá en tus pensamientos y sentimientos, y menos veces caerás víctima de las emociones y comportamientos no saludables.
Hoy, si necesitas libertad de una situación mala, mira a Jesús, tu buen Pastor, guiándote fuera de ella por Su Palabra que trae vida y luz.  El salmista lo dice así: “Lámpara es a mis pies Tu palabra, y luz para mi camino”. (Salmos 119:105)  En la traducción bíblica El Mensaje, dice: “Por Tus palabras yo puedo ver a dónde estoy yendo; ellas lanzan un rayo de luz a mi camino oscuro”.
Amigo, el Señor quiere lanzar un rayo de luz a tu camino hoy.  Con lo que sea que estás luchando actualmente, no importa cuán insuperables parezcan tus dificultades, cuando comiences a creer correctamente, ¡las cosas comenzarán a cambiar para tu beneficio!
Viendo a través de los ojos de la fe, 
Joseph Prince

domingo, 24 de noviembre de 2019

Deja Que Jesús Te Salve


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Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestra muy oportuna ayuda en las tribulaciones.  (Salmos 46:1)
¿Sientes como que has trabajado toda la noche y no has atrapado nada?  Quizás sientes que estás en una situación sin salida en tu carrera.  O tal vez lo que sea que hayas estado intentando hacer para salvar tu matrimonio simplemente no está funcionando.  Tal vez tus esfuerzos son en el área de paternidad —no importa cuánto esfuerzo pongas en llegar a tu hijo, la relación parece volverse más fría y distante cada día.
Amigo, este no es momento de rendirte, sino de escuchar a tu maravilloso Señor y Salvador, Jesús.  Escúchalo.  En lugar de depender de tu experiencia y habilidades, apóyate en Él.  No estás solo en tu barca.  Escúchalo y haz exactamente lo que Él te dice que hagas.  Nuestro Señor Jesús le dijo a Pedro que echara “sus redes” —en plural.  Pedro dijo: “En Tu palabra, echaré la red” — en singular. (Ver Lucas 5:4–5, RVR60)  No es de extrañar que la red comenzó a romperse y Pedro tuvo que llamar a sus amigos para que lo ayudaran.
Jesús es tu ayuda muy oportuna en tiempos de necesidad.  Cualquiera que sea tu lucha hoy, puedes estar seguro, sin lugar a dudas, que Él está contigo y sabe exactamente cómo ayudarte.
También hay personas que han estado trabajando sin descanso, intentando todo lo que conocen para vivir sus vidas correctamente y ganar la aprobación de Dios.  Cuanto más lo intentan, más distantes se sienten de Él.  Cuanto más se esfuerzan, más sienten que constantemente fallan y lo decepcionan.  Están tan exasperados, fatigados y frustrados como los pescadores que habían trabajado toda la noche y no capturaron nada.
Querido lector, si esto te describe, quiero que sepas que Dios te ama incluso con todas tus imperfecciones.  Sí, en todas tus fallas, en todos tus errores, ¡Dios aún te ama!  Acércate a Él tal como eres.
Pero Pastor Prince, no lo entiendes.  Déjame ordenar mi vida primero, luego me acercaré a Dios.
Amigo, nadie hace intentos de limpiarse antes de tomar un baño.  ¡Jesús es el baño!  Ven a Él con todas tus deficiencias, tus adicciones, tus malos hábitos y tus obsesiones, y deja que Él haga lo que Él hace mejor.  ¡Deja que Él te salve y te restaure a plenitud!  Jesús te transformará con Su perfecto amor.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 23 de noviembre de 2019

Reconoce La Presencia De Jesús, Dando Gracias


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Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.  (1 Tesalonicenses 5:18)
Hay cristianos que en teoría saben que Jesús está con ellos, pero que no practican activamente Su presencia.  Para mí personalmente, una de las mejores maneras de practicar la presencia del Señor es agradecerle todo el tiempo.  Puedes darle gracias a Él por todo.  Solo di: “Señor, te agradezco por esta hermosa puesta de sol.  Te agradezco por Tu amor, y por rodearme de cosas buenas y de buenos amigos”.
No hay límite para lo que puedes agradecerle, ya que cada regalo bueno y perfecto que disfrutamos hoy viene directamente de Él. (Santiago 1:17)  Incluso si has tenido un día difícil en el trabajo y estás enfrentando un problema aparentemente imposible, tú puedes practicar Su presencia.  En el momento en que te das cuenta de que tu corazón está lleno de preocupación y tu mente está plagada de ansiedad, comparte tu problema con Jesús y agradécele que este problema no sea más grande que Sus manos.  Comienza a rendírselo a Él y depende de Él para obtener Su fuerza, poder y paz.
Al hacer esto, ya estás practicando la presencia del Señor.  Y a medida que tú honras Su presencia y te comportas como que Él realmente está contigo, Él ve eso como fe en Él e interviene en tu nombre para que tengas éxito en cualquier situación en la que te encuentres.
Es triste cuando los cristianos se comportan como algunos esposos que llevan a sus esposas a una fiesta, solo para ignorarlas por completo.  Sus esposas pueden estar allí con ellos físicamente, pero estos hombres están tan comprometidos con sus amigos, hablando sobre el mercado de valores, la economía o el último juego en la televisión, que sus esposas bien podrían no estar con ellos.
Damas, ¿conocen hombres así?  Ahora, hombres que están leyendo este devocional, yo sé que no son así, así que no se ofendan, ¿de acuerdo?  Sé que ustedes aprecian y aman a su esposa.  Lo que estoy tratando de ilustrar es que solo porque alguien esté contigo físicamente, no significa que la persona se sienta apreciada por ti.  El aprecio solo ocurre cuando tú comienzas a reconocer la presencia de esa persona.
Ahora, ¿qué significa la palabra “apreciar”?  Significa “aumentar de valor”.  Si tú aprecias a alguien, la persona aumenta de valor ante tus ojos.  Amigo, el Señor ya está contigo, así que comienza a practicar Su presencia.  Comienza por agradecerle, apreciarlo y aumentar Su valor ante tus ojos, y vas a verlo actuar en tu nombre.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 22 de noviembre de 2019

Los Ángeles Obedecen La Voz De Su Palabra


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Mientras oraba, Gabriel, a quien había visto en la visión anterior, se me acercó con rapidez a la hora del sacrificio vespertino. Él me explicó: «Daniel, he venido hasta aquí para darte percepción y entendimiento. En cuanto comenzaste a orar, se dio una orden y ahora estoy aquí para decírtela, porque eres muy precioso para Dios…  (Daniel 9:21–23, NTV)
El Salmo 103:20 nos dice que los ángeles obedecen “la voz de Su palabra”.  ¿Quién le da voz a la Palabra de Dios?  Lo haces TÚ.  Cada vez que tú citas las Escrituras en voz alta, le estás dando voz a Su Palabra y los ángeles responderán.  Cuando tú dices: “Padre, te doy gracias porque hoy no me sucederá ningún mal y ninguna plaga o enfermedad se acercará a mi morada”, los ángeles escuchan la voz de la Palabra de Dios que se está hablando.  Los ángeles no pueden leerte la mente —¡así que habla Su Palabra!
Quiero animarte a estudiar la Palabra de Dios y a memorizar algunos versículos.  Y cuando te sientas abrumado por el temor, aprende a hablar la Palabra de Dios.  El poder de Dios permanece inactivo hasta que tú lo expresas.  Cuando lo haces, este se hace real y poderoso en tu situación, y va en contra de lo que sea que estás enfrentando.
Hebreos 1:14 dice que los ángeles de Dios son “todos ellos, espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación”.  Observa que no dice “servir a” sino “servir por causa de” aquellos que heredarán la salvación (esto se refiere a los hijos de Dios —tú y yo).  Esta es una distinción importante —“servir por causa de” significa que ellos están esperando nuestras instrucciones.  Es necesario que nosotros hablemos para activarlos.  Ellos están esperando que hablemos para responder a nuestras palabras; ellos no van a buscar automáticamente todas las necesidades que tenemos.
Tú activas a los ángeles cuando declaras: “Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal”.  Pon en movimiento a tu ejército celestial, al proclamar: “Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra a ti no se acercará”.  Nuestro Señor Jesús Mismo demostró la importancia de hablar en voz alta la Palabra de Dios cuando en el desierto dijo tres veces: “Escrito está” y citó la Palabra de Dios.  ¡No sé tú, pero yo tengo la intención de hablar la Palabra de Dios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 21 de noviembre de 2019

Escrito Está


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Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás».  (Mateo 4:10)
Cuando los pensamientos negativos llegan, no debes darles tiempo para que echen raíces en tu corazón.  Esto se relaciona con el dicho sabio de que no podemos evitar que las aves vuelen sobre nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan nido en ella.  No podemos evitar que el enemigo ataque nuestras mentes, pero si podemos defendernos usando la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. (Ver Efe. 6:17)  La Palabra de Dios es infalible, inquebrantable y eterna. (Ver Isa. 40:8, 1Pe. 1:25)  Nuestro Señor Jesús Mismo nos mostró qué hacer cuando estamos bajo el ataque del diablo.  Él fue tentado tres veces por Satanás en el desierto.  Cada vez, Su respuesta fue la misma —Él citó la Palabra escrita de Dios.  Contra cada ataque, Su respuesta fue decir: “Escrito está”. (Ver Mat. 4:1–11)
Sé de creyentes que dicen: “Dios me habló y me dijo que Él haría esto por mí”.  Yo quiero alentarte a que no te dejes llevar por lo que piensas que el Señor te dijo.  No puedes luchar contra el diablo diciendo: “Dios me dijo”, como algo separado de la Palabra escrita.  Por favor, comprende que no estoy, en absoluto, en contra de que Dios te hable, pero venir contra el enemigo y sus ataques con “Dios me dijo”, no es lo que nuestro Señor Jesús hizo.
Amigo, si quieres combatir los ataques del enemigo, sigue el patrón que nuestro Señor Jesús nos mostró.  En la primera tentación, el diablo desafió a nuestro Señor Jesús a probar Su identidad, diciendo: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. (Mateo 4:3)  ¿No crees que es interesante que nuestro Señor no dependiera de lo que Su Padre había hablado audiblemente acerca de Él en el río Jordán?  Una voz vino del cielo, diciendo: “Este es Mi Hijo amado, en quien me he complacido”. (Mateo 3:17)  Sin embargo, el Señor no refirió a Satanás a la palabra hablada de Dios.  Una y otra vez, Él declaró: “Escrito está”.  Ahora, si el Hijo de Dios usó “escrito está” para derrotar al diablo, cuánto más necesitaremos hacerlo tú y yo.
Cuando el temor se apodera de tu corazón o los malos pensamientos llenan tu mente, ¡cita Su Palabra escrita!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Toca El Cuerno Del Carnero


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Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: “¡Consumado es!” E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.  (Juan 19:30)
Veo a una nueva generación del pueblo de Dios emergiendo a medida que la revolución de la gracia se extiende por el mundo.  La verdad es que solo la gracia que se encuentra en la persona de Jesucristo, puede llevarnos a la tierra prometida.  Moisés, que representa la ley, está muerto. (Ver Jos. 1:2)  Y solo Josué (en hebreo Yehowshua), un tipo de Cristo, puede llevarnos a la tierra prometida.  No es posible que podamos entrar a ella basados en el pacto mosaico que está obsoleto.  No podemos heredarla en base a nuestros esfuerzos para ser justificados, guardando perfectamente los Diez Mandamientos.  Podemos heredarla solo a través de la fe en la gracia de nuestro Señor Jesús.  No es por nuestras obras que heredamos las promesas de Dios, sino por la obra perfecta y terminada de Cristo.
¿Cómo fue que se derrumbó el muro de Jericó que se interponía entre el pueblo de Dios y la tierra prometida?  ¿Acaso el pueblo de Dios tuvo que usar su propia fuerza para derribar el muro?  ¿Tuvo que luchar el pueblo de Dios contra un ejército?  No, solo con el sonido de los cuernos de los carneros y con un gran grito, Dios hizo que el muro se derrumbara.  El cuerno del carnero es una bella imagen de la muerte de nuestro Señor Jesús.  El carnero tuvo que morir para que se obtuviera el cuerno.  El sonido del cuerno del carnero es, por lo tanto, una proclamación de la muerte y la obra terminada de nuestro Señor.  En la cruz, cuando Jesús hubo pagado por todos nuestros pecados con Su sangre, Él proclamó: “¡Consumado es!”
Es la sangre derramada de Jesús la que nos saca del cautiverio y nos lleva a la tierra prometida.  Lo que las diez plagas de Moisés no pudieron hacer, lo hizo la sangre de Jesús.  Fue la sangre de Cristo, tipificada por la sangre de los corderos aplicada a los dinteles y los postes de las puertas de las casas hebreas, lo que hizo que Faraón, un tipo de Satanás, finalmente liberara al pueblo de Dios.  Dios lanzó Su carta de triunfo —¡la sangre de Su Hijo!  Así que, fue Su Hijo, el verdadero Cordero de Dios, quien los sacó de Egipto, y fue también Su Hijo quien los llevó a la tierra prometida.  ¡Todo se trata de Cristo y solamente Cristo!
¿Por qué los milagros de Moisés no pudieron liberar al pueblo de Dios?  Porque eran milagros de juicio.  El juicio y la condenación no te liberarán, solo el amor y la gracia de nuestro Señor Jesús, que derramó por ti Su sangre en el Calvario, puede hacerlo.  Amigo, ¿estás escuchando hoy acerca de los juicios de la ley o estás escuchando que el cuerno del carnero es tocado?  Uno condena y trae la muerte, el otro libera y da vida.  Uno hace que permanezcas en la esclavitud del pecado y que vivas una vida de derrota, el otro te empodera para hacerte libre y reinar en la vida.  ¡Hoy, asegúrate de que estás escuchando el verdadero evangelio que hace que las ataduras y las adicciones se desmoronen y caigan como lo hicieron los muros de Jericó!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 19 de noviembre de 2019

¡Él Pagó Todo!


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Al que no conoció, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.  (2 Corintios 5:21)
Yo predico el evangelio de la gracia porque las buenas nuevas de Jesús cambian vidas.  El evangelio es la buena noticia de que en el momento en que tú recibes a Jesús en tu vida y lo haces tu Señor y Salvador, todos tus pecados son perdonados y tú recibes el regalo de la vida eterna.  Tú eres justificado y hecho justo por tu fe en Jesucristo.  Tu justicia es un regalo de Él.  En Cristo tú ahora tienes una posición perfecta delante de Dios, pagada por la sangre preciosa y eterna de Su Hijo.  Ya no hay más juicio, castigo y maldición para ti porque el juicio completo, el castigo completo y la maldición completa por todos tus pecados cayeron sobre nuestro Señor Jesús en la cruz.  ¡Él pagó todo!
Esto es lo que le sucedió a Neil del Reino Unido cuando llegó a comprender que se había convertido en la justicia de Dios en Jesús:
Mientras leía un libro del Pastor Prince, fui liberado de una adicción a la pornografía de cuarenta años.  En el pasado, traté de salir de esta adicción por mi propio poder y con mis propias fuerzas, pero cada vez fallé.
Durante todo ese tiempo, el diablo usó esa adicción para acumular temores, culpa y condenación sobre mí.  Estos temores y vergüenza me impidieron pedir ayuda a los pastores de diversas iglesias a las que asistí durante este período de cuarenta años.  Yo incluso ocupé posiciones de liderazgo en algunos de estos lugares.
Al leer el libro del Pastor Prince, recibí una nueva revelación de quién soy en Cristo —yo soy la justicia de Dios en Cristo Jesús— y de cómo no hay ninguna condenación para aquellos que están en Cristo Jesús.  Fue a través de esta nueva revelación que el control de esta adicción sobre mi vida, se rompió para siempre.
Ahora uso un anillo en mi dedo medio izquierdo para recordarme que soy justo, tan justo como Jesús, que no hay ninguna condenación para mí porque estoy en Cristo Jesús, y que soy perfecto y santo ante los ojos de Dios.  Cada vez que el diablo trata de tentarme a ver pornografía, yo solo tengo que mirar el anillo para recordarme que yo soy la justicia de Dios en Cristo, y la tentación pierde el control sobre mí.
¡Aleluya!  De esto es de lo que te estoy hablando.  Amado, por largo que sea el tiempo que hayas estado luchado con una cierta tentación o adicción, la misma victoria que Neil tuvo y que todavía disfruta, puede ser tuya hoy.  Es tuya cuando tú sabes lo que la obra terminada de Jesús ha logrado para ti y recibes Su regalo de no condenación.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 18 de noviembre de 2019

Cómo Mantenerte En Perfecta Paz


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Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado.  (Isaías 26:3, RVR60)
Necesitamos la verdad de la Palabra de Dios para desarraigar cualquier creencia equivocada.  Es por eso que es tan importante entrar en Su Palabra y tomar tiempo para meditar en los versículos que revelan el inamovible e incondicional amor de Dios por ti.  Por ejemplo, si tú descubres que tu mente se desvía hacia pensamientos de ansiedad, incluso a causa de las cosas más pequeñas, te animo a que memorices y cite las Escrituras de hoy: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado”. (Isaías 26:3)
Cada vez que yo me siento estresado o preocupado por algo, me aparto del ir y venir de la vida y simplemente medito en las promesas de Dios.  Algunas veces me gusta conducir hacia un parque tranquilo, y mientras en mi carro suena música suave y ungida, yo me alimento de Su Palabra y la declaro, permitiendo que esta impregne mi espíritu: “La Palabra de Dios declara: ‘Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera’”.  Y le digo al Señor: “Sí, Señor, eres Tú quien me guardará en perfecta paz.  La paz perfecta viene de Ti.  Yo solo necesito descansar en Tu gracia y mantener mis pensamientos en Ti.  No necesito pensar qué hacer con este problema.  Mientras confío en Ti y mantengo mis pensamientos puestos en Ti, Tú vas a dirigirme y a guiarme.  Mi confianza no está en mis propias fuerzas, sino en Ti y solamente en Ti, Jesús”.
¿Qué hago aquí?  En vez de permitir que el estrés y la preocupación me afecten, estoy entrenando a mi corazón para ver mis problemas cómo Dios los ve.  Cuanto más grande se vuelve Dios en mi corazón, más pequeños se vuelven mis problemas.  De hecho, muchas veces cuando me relajo y mantengo mi mente en el Señor, Su paz y sabiduría comienzan a fluir en mí, y el problema que antes me preocupaba tanto, se vuelve diminuto e intrascendente en la presencia de Dios Todopoderoso.
¿Estás tú enfrentando alguna circunstancia insuperable hoy?  Aprende a ver lo que Dios ve, meditando en Su Palabra, y deja que Su paz eche fuera tu ansiedad.  Deja que Su sabiduría dirija tus pasos.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 17 de noviembre de 2019

Pon En Sus Manos Lo Que Tienes


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Uno de Sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?” Jesús dijo: “Haced que la gente se recueste”. Y había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a Sus discípulos: “Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.  (Juan 6:8–13)
Cuando Jesús vio los cinco panes y los dos peces, a diferencia de Sus discípulos, Él no vio la imposibilidad de la demanda que se le imponía —alimentar a 5,000 hombres (sin incluir a las mujeres y los niños), con el pequeño almuerzo de un joven.  Él vio la provisión sobrenatural del reino de Su Padre.
¿El resultado?  No solo se alimentó a la gente hasta que estuvieron saciados, ¡también hubo 12 canastas llenas de sobras!
Amigo, ¿estás enfrentando una situación de escasez hoy?  Quizás no puedas hallar el tiempo suficiente para hacer tu trabajo, ni para pasar tiempo de calidad con tu familia.  ¿Por qué no poner tu tiempo en las manos de Jesús y, como con los cinco panes y los dos peces, le permites que lo multiplique?  Jesús te dará sabiduría acerca de la mejor manera de usar tu tiempo.
Pruébalo por ti mismo.  ¡Trae lo poco que tienes a Jesús!  ¡Él multiplicará lo poco de lo que sea que coloques en Sus manos, y tendrás de sobra!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince