recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

sábado, 28 de febrero de 2015

¡Ciertamente!

Isaías 53:4
Ciertamente El llevó nuestras enfermedades [aflicciones], y cargó con nuestros dolores [tristezas]…
Mientras esperan por la manifestación de su sanidad, algunas personas hallan difícil de creer que Jesús realmente tomó sus enfermedades y dolores, así como tomó sus pecados y vergüenza.  Si tú eres uno de ellos, no te sientas condenado.  Tu Padre en el cielo comprende.  Es por eso que Él puso la palabra “ciertamente” cuando dijo: “Ciertamente, Mi Hijo llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.”
Una vez, mi hija Jessica estuvo llorando toda la noche porque no se sentía bien.  Había estado enferma un par días.  En mi estudio, yo tomé mi Biblia y el Señor me dirigió a Isaías 53:4 en donde dice: “Ciertamente Él llevó…”  Ahora, yo conozco la versión del hebreo original, y esta dice: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades y cargó nuestros dolores.”  Así que dije: “Ciertamente, Él llevó la enfermedad de Jessica…”
Pero era como si el versículo no fuera real para mi.  Su llanto parecía más real.  Entonces, de repente, el Espíritu Santo abrió mis ojos a una palabra en ese verso, y realmente revolucionó la forma en la que pude ver todo el pasaje.
Fijate en la primera palabra del versículo.  Dice: “Ciertamente…”  Ciertamente, Él llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.  Ahora, mira el siguiente versículo: “ Mas Él fue herido por nuestras transgresiones…”  Todo cristiano conoce y cree que Jesús fue herido por nuestros pecados, aunque la palabra “ciertamente” no fue puesta aquí, sino en el verso anterior.  Pienso que Dios sabía que nosotros hallaríamos difícil de creer que Jesús también llevó nuestras enfermedades y cargó nuestros dolores, ¡así que Él puso la palabra “ciertamente” allí, para ayudarnos a creer!
Cuando me di cuenta de esto, puse mi Biblia en el piso, me puse de pie sobre ella y dije: “Padre, Tú sabes que no quiero ser irreverente, pero me levanto firme en Tu Palabra.  ¡Ciertamente, Jesús llevó la enfermedad de Jessica y cargó su dolor!  No me importa si todavía puedo escucharla llorar.  ¡Ciertamente, Tu Hijo, Tu amado Hijo, llevó su enfermedad y cargó su dolor!  ¡Aleluya!  Esa noche, el rompimiento vino.  Esa noche, mi pequeña Jessica fue sanada. 
¿Estás tú o alguno de tus seres amados, sufriendo ahora de alguna enfermedad o dolor?
Ciertamente nuestro Señor Jesús llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.  Y mientras tú crees esta verdad, ¡ciertamente, tu sanidad y tu rompimiento vendrán!
Pensamiento Del Día

Ciertamente nuestro Señor Jesús llevó tus enfermedades y cargo tus dolores.


viernes, 27 de febrero de 2015

Recibe Mientras Escuchas Las Buenas Nuevas

Romanos 1:16
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree...
Si has estado en seminarios motivacionales, probablemente has escuchado a los oradores decir: “Si sigues estos cinco pasos, llegarás al lugar de crecimiento financiero.”  Ellos probablemente te habrán dicho también que si no alcanzas el éxito, es porque no seguiste estos pasos de manera correcta o diligente.
¡Gracias a Dios que el evangelio o las buenas nuevas no funcionan de esa forma!  En el mismo minuto en el que tú escuchas o lees las buenas nuevas, y las crees y las recibes, Su Palabra va hacia adelante para sozo (la palabra griega que significa “salvar”) a ti, dándote plenitud en toda área de tu vida, “pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree”.
¿Cuáles son las buenas nuevas?  Son que Dios nos ama tanto que nos dio a Su Hijo para que tomara nuestro castigo, de manera que nosotros podamos tener Sus bendiciones sin tener que trabajar por ellas.  Justo ahora, mientras estás leyendo este devocional, escuchando a un pastor o viendo la grabación de un sermón, al estar escuchando la Palabra de Dios, Su poder es liberado sobre tu situación, resolviendo las cosas para ti, y cambiando tu situación por completo, para tu bienestar.
En Hechos 14:8-10, vemos a Pablo predicando las buenas nuevas en Listra.  Un hombre ue era cojo de nacimiento estaba escuchando a Pablo.  Pablo, viendo que él tenía fe para ser sanado, le dijo: “¡Levántate derecho sobre tus pies!”  ¡Y el hombre dio un salto y anduvo!  Él escuchó las buenas nuevas, las creyó y fue sanado.
En una conferencia de liderazgo en Oslo, Noruega, en la que yo estaba como orador, un pastor compartió cómo un muy respetado hombre de negocios de su iglesia había sido sanado mientras escuchaba uno de mis mensajes grabados.  Este hombre era sordo de un oído.  Y cuando estaba escuchando mi enseñanza en esa grabación, ¡su oído sordo se abrió de golpe sin que nadie impusiera manos sobre él, ni orara por él!  Él solamente estaba escuchando las buenas nuevas cuando su oído se abrió.  Ahora, esto es a lo que llamo el poder de Dios para su salvación, sozo-andole a él, ¡haciendo plena su capacidad auditiva!
Mi amigo, estos milagros suceden no porque sigamos fielmente algún tipo de fórmula, sino porque escuchamos la predicación de las buenas nuevas, ¡y simplemente las creemos!
Pensamiento Del Día

Los milagros suceden cuando escuchamos la predicación de las buenas nuevas, ¡y simplemente la creemos!


jueves, 26 de febrero de 2015

Convéncete A Ti Mismo, No A Dios

Marcos 5:28
Porque decía: Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré.
Con una gran multitud a Su alrededor, Jesús fue tocado por muchas personas ese día (Marcos 5:31), pero solo el toque de una mujer provocó respuesta en Él.  Y su toque, desató sanidad instantánea en su cuerpo, liberándola de una enfermedad que la había atormentado durante 12 años.
¿Quieres saber cómo tocar a Dios y recibir el milagro que necesitas?
Cuando la mujer escuchó que Jesús venía a su aldea, se dijo a sí misma: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré.”  En el camino a ver a Jesús, ella probablemente se dijo a sí misma varias veces: “Si toco Sus ropas, sanaré.  Voy a ser curada.”  No sabemos durante cuánto tiempo ella se estuvo diciendo esto a sí misma, pero ella estaba convencida de que Jesús la sanaría.
Si tú estás enfermo, convéncete a ti mismo de que Jesús es tu sanador y que por Sus heridas tú eres sano.  No necesitas convencer a Dios.  No es Él quien necesita ser persuadido, ¡porque Su bendición ya está sobre ti!  Eres tú quien necesita ser persuadido de que Dios ya te ha dado tu milagro.  Esa es la razón por la que tú confiesas Su Palabra —para convencerte a ti mismo, no a Dios, para persuadir tu corazón, no el Suyo.
Algunas personas confiesan su fe a otros, para convencer a Dios indirectamente.  Por ejemplo, si están creyendo a Dios por sanidad, van por todos lados diciendo a sus amigos: “Yo estoy creyendo a Dios por sanidad.”  Ellos están realmente tratando de convencer o persuadir a Dios para que los sane.  Le están diciendo a Dios: “Le he dicho a muchas personas lo que estoy creyendo que recibiré de Ti.  Sería muy vergonzoso si Tú no haces que eso suceda.”  Su confesión procede de incredulidad y está siendo utilizada para manipular a Dios.
Está bien decírselo a otros si quieres, para que ellos puedan respaldarte en fe por tu milagro.  Pero no lo hagas para probarle tu fe a Dios y convencerlo.  Tú solo necesitas convencerte a ti mismo de que Dios te ama y que se deleita en bendecirte.  Di para ti mismo: “Por Sus heridas yo soy sano.  Yo no sufriré falta de ningún bien.  ¡Yo soy grandemente bendecido, altamente favorecido y profundamente amado!”  Y deja que Dios se haga cargo del resto.
Pensamiento Del Día

Eres tú quien necesita ser persuadido de que Dios y ate ha dado tu milagro.


miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Habrá Algo Imposible Para Dios?

Jeremías 32:27
He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?
¿Tienes algún problema creyendo que en el momento en que un pecador recibe a Cristo Jesús como su Señor y Salvador, es salvo?  Creo que dirás: “No.”
Entonces déjame preguntarte, ¿qué es más difícil para Dios (aunque en realidad sabemos que nada es difícil para Dios): Salvar un alma del infierno, o sanar un cuerpo enfermo?  Por supuesto que es “difícil” salvar a un alma del infierno porque Dios tuvo que enviar a Su Hijo a la cruz.
Así que, si Dios te ha dado ya el más grande milagro que puedas recibir, que es arrebatarte de las garras de la condenación eterna y darte vida eterna, ¿qué es para Él sanar tu cuerpo, salvar tu matrimonio, cambiar la rebeldía de tu hijo adolescente, o darte ese contrato de negocios?
Por lo tanto, no pienses que cuando te acercas a Dios con un dolor de cabeza, Él dice: “No hay problema,” pero cuando vienes a Él con cáncer, Él dice: “¿Cáncer?  ¡Wow!  No es tan fácil.  Esto es más problemático.  Voy a necesitar más poder!”
¡No!  Puede parecer más difícil para nosotros, pero en cuanto a Dios, nada es imposible para Él, porque Él ha dicho: “He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí? 
Este fue el caso de una miembro de nuestra iglesia, que estaba sufriendo de cáncer ovárico.  Después de que oré por ella, le dije: “Este cáncer no es un problema para Dios.  Solo cree que cuando Dios dice que nada hay imposible para Él, ¡es así!”  En cuestión de semanas, ella regresó con lágrimas en sus ojos, testificando que volvió al médico y él la declaró sana después de que no pudo encontrar ningún rastro de cáncer en ella.
Amado, si hay un milagro que necesitas, hay un milagro que vas a recibir.  Dios ya te ha dado el gran milagro de la vida eterna, así que, ¿cómo no te dará Él también todos los otros milagros menores?
Pensamiento Del Día

¡Cuando Dios dice que nada es imposible para Él, es así!


martes, 24 de febrero de 2015

No Hay Nada Que Esté Mal En Dios, Ni En Su Palabra, Ni En Mi

Cantares 4:7
Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Algunas veces, cuando no recibimos nuestra sanidad, nuestro rompimiento, nuestra restauración o el milagro de un hijo, no podemos sino pensar que algo está mal en nosotros.  Nos decimos a nosotros mismos: “¡No hay nada que esté mal en Dios, nada que esté mal en la Palabra, así que debe haber algo que está mal en mi!”  Mi amigo, si piensas que tu milagro depende de ti, entonces estás en tierra inestable.
En el antiguo pacto, vemos la demanda “todo depende de mí”,  puesta en el hombre.  La parte de Dios era bendecir a Su pueblo, pero solo si ellos hacían su parte al obedecer todas Sus leyes.  Si ellos no hacían su parte, ellos no solo no serían benditos, sino que sobre ellos vendría maldición.
La mayor parte del tiempo, ellos terminaban bajo maldición, porque simplemente no podían cumplir todas las leyes de Dios.  Así que, Dios halló falla en ese pacto porque aunque Él quería bendecir al hombre, los pecados del hombre le hacían difícil hacerlo.  El hombre mismo era el punto débil.
En el nuevo pacto, el hombre no tiene una parte que cumplir, excepto creer y recibir.  El nuevo pacto de la gracia, fue establecido entre Dios el Padre y Dios el Hijo —ambos infalibles y más que capaces de guardar el pacto.
Dios el Hijo es el representante del hombre.  Jesús nos representa a ti y a mí.  Así que, en este pacto, lo mucho que podemos recibir de Dios depende de lo bueno que es nuestro representante y lo perfecta que es Su obediencia.  Por supuesto, Jesús es el Hombre perfecto, de obediencia perfecta.  Así que, ¡en Él nosotros estamos calificados para recibir todas las bendiciones de Dios!  Solamente necesitamos creer y recibir.
La sangre de Jesús fue derramada por la remisión de todos tus pecados.  Tú eres ahora la justicia de Dios en Cristo (2ª Corintios 5:21).  Por Su sacrificio perfecto, Él te ha hecho perfecto para siempre (Hebreos 10:14).  ¡No hay mancha en ti!
Hoy, el diablo no tiene derecho de decirte que tú no puedes ser bendecido porque hay algo malo en ti.  Así que, mientras estás esperando por tu milagro, di: “¡No hay nada que esté mal en Dios, nada que esté mal en la Palabra, y nada que esté mal en mi!  ¡Yo voy a recibir mi milagro!”
Pensamiento Del Día

Por el sacrificio perfecto de Jesús por todos tus pecados, Él te ha hecho perfecto para siempre.


lunes, 23 de febrero de 2015

Tu “Trabajo” Es Entrar En Su Descanso

Hebreos 4:10-11
… El que ha entrado a Su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las Suyas.  Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo…
Un bebé aprende a sentarse, antes de empezar a ponerse de pie y caminar.  La vida cristiana también comienza con sentarse.  Dios “con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús” (Efesios 2:6).  Lo bien que caminemos después de eso, depende de lo bien que nos sentemos y descansemos en la obra terminada de Cristo.
La tierra prometida era una tierra de descanso en la que Dios prometió a Su pueblo “grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste, y casas llenas de toda buena cosa que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste” (Deuteronomio 6:10-11).
Pero durante 40 años, el pueblo de Dios anduvo en el desierto, porque ellos se rehusaron a creer que Dios les había dado una tierra en dónde todo había sido preparado —la obra estaba terminada.  Ellos no pudieron creer que Dios les había dado una tierra llena de cosas buenas para que las disfrutaran, una tierra en la que fluía Su provisión abundante.
Hoy, hay creyentes que todavía no pueden creer que la obra de Jesús está completa y verdaderamente terminada.  Ellos están tratando de completar una obra completa, terminar una obra terminada y vencer a un diablo vencido.
Hoy hay creyentes que están siempre trabajando, tratando de producir su sanidad, su éxito y su victoria.  Dios quiere que dejemos de intentarlo y que comencemos a confiar en Su amor por nosotros.  Él quiere que dejemos de trabajar y luchar, y comencemos a descansar y creer en Su gracia para nosotros.
El único “trabajo” que ha dejado para que nosotros hagamos hoy es entrar en Su descanso.  Nosotros debemos trabajar cada día por entrar en Su descanso.  Debemos descansar en nuestro interior, creyendo que la obra está hecha porque es una obra terminada, y confiar en el favor inmerecido de Dios para nosotros.  Debemos descansar en Jesús, nuestra verdadera arca, que nos llevará a través de las aguas tempestuosas.
Así que hoy, “si oyes Su voz, no endurezcas tu corazón… esfuérzate por entrar en ese reposo” (Hebreos 4:7-11).  Entremos en Su reposo.  Disfrutemos sentarnos con Cristo en los lugares celestiales, ¡así correremos y no nos cansaremos! (Isaías 40:31).
Pensamiento Del Día

Lo bien que caminemos depende de lo bien que nos sentemos y descansemos en la obra terminada de Cristo.


domingo, 22 de febrero de 2015

Teniendo Todas Las Cosas Añadidas

Mateo 6:33
Pero buscad primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Tú probablemente seas una persona responsable, que está preocupada por proveer adecuadamente para tu familia —estando seguro de que hay comida en la mesa, dinero para las necesidades de los niños, comodidad y educación, y así.
¿Qué tiene que decirnos Dios acerca de estas preocupaciones legítimas?  Según Mateo 6:31, Él nos dice: “No se preocupen.”  Ahora, Él no está diciendo que nosotros no necesitamos todas esas cosas porque en la misma porción de la escritura, Él dice: “Vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas” (Mateo 6:32).
Así que, Dios se preocupa de que nosotros tengamos estas cosas.  Él quiere que nosotros tengamos todas estas cosas.  De hecho, Él quiere que todas estas cosas nos sean añadidas.  Y Él nos dice que la manera en que estas cosas nos serán añadidas es que nosotros primero busquemos el reino de Dios y Su justicia.  No es que busquemos añadir todas esas cosas para nosotros mismos.
Pero, ¿qué es justicia?  Justicia no es buen comportamiento.  Es la posición correcta delante del Padre.  Es la limpieza de toda tu culpa, que te hace capaz de estar de pie delante de Dios.  No es algo que tú alcanzas mediante el buen comportamiento.  Es un regalo de Dios.  Pablo lo llama: “El regalo de la justicia” (Romanos 5:17).  Y “buscar” este regalo es estar consciente del hecho de que tú lo tienes, es también, confesar que tú eres justo en Cristo. 
Así que, esta justicia que se nos dice que busquemos, no es buen comportamiento, sino la posición correcta delante de Dios, que viene a nosotros como un regalo cuando recibimos la salvación.  En la cruz, Jesús no solo quitó nuestros pecados, ¡Él también nos dio Su justicia, para que hoy, nosotros podamos acercarnos confiadamente delante del trono de Dios y recibir libremente, todo lo que Él murió para darnos!
Hoy, si tú quieres proveer para tu familia las cosas buenas de la vida, asegúrate que tu Padre celestial conozca que tú necesitas todas estas cosas.  Solo busca Su justicia, no tu propia justificación, ¡y “todas esas cosas te serán añadidas”!
Pensamiento Del Día

Jesús nos dio Su justicia para que nosotros podamos acercarnos confiadamente al trono de Dios y recibir libremente todo lo que Él murió para darnos!


sábado, 21 de febrero de 2015

Tú Eres Perfecto A Los Ojos De Dios

Hebreos 10:12, 14
Pero El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios... Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. 
Dios te ve a ti sin defecto, mancha o imperfección, así que honra Su Palabra y la obra terminada de Su Hijo diciendo: “¡Amén!”  No dudes de tu perfección en Cristo.
El verte a ti mismo lejos de ser perfecto no es modestia, es fallar en el entendimiento del sacrificio perfecto que Jesús hizo por ti.
La Biblia nos dice: “Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.”  ¿Comprendes esto?  Tú no solo fuiste santificado, esto es, hecho santo, sino que por la misma ofrenda de Su cuerpo, tú has sido perfeccionado.  ¡Tú eres santo y perfecto a los ojos de Dios!
Tus pecados han sido limpiados perfectamente.  Hoy, Jesús está sentado a la diestra de Su Padre, no porque Él es el Hijo de Dios (aunque esto es verdad), ¡sino porque Su obra de limpiar tus pecados está terminada completamente y es perfecta!
Así que, en vez de ser consciente de tus pecados, que es tener una consciencia de mal (Hebreos 10:22), tú puedes tener una consciencia de perfección, una consciencia que es libre de la culpa y la condenación de los pecados.
Cuando te descubras consciente de tus pecados, solamente di: “Gracias Señor Jesús, por Tu maravillosa obra en la cruz.  Es una obra perfecta que ha limpiado todos mis pecados completamente.”
“Espíritu Santo, gracias por convencerme de justicia, la cual no es justicia propia, sino justicia de Dios que me fue dada como regalo.  Sigue convenciéndome durante los próximos días, recordándome especialmente cuando fallo, que yo sigo siendo la justicia de Dios en Cristo.”
Mi amigo, Dios te ve perfecto, sin ninguna mancha de pecado.  Él te ve cubierto con las  hermosas vestiduras blancas de Su propia justicia.  Él te trata como un hombre justo porque eso es lo que Él hizo por ti.  Así que, espera que te sucedan buenas cosas por as bendiciones están en la cabeza de los justos  (Proverbios 10:6).
Pensamiento Del Día

El verte a ti mismo lejos de ser perfecto es fallar en el entendimiento del sacrificio perfecto que Jesús hizo por ti.


viernes, 20 de febrero de 2015

El Regalo De La No Condenación

Juan 8:11
… “Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.
Cuando Jesús estaba en la tierra, una mujer sorprendida en adulterio fue llevada delante de Él por los escribas y los fariseos, la mafia religiosa de esos días.  Ellos intentaban atraparle planteándole una pregunta difícil de responder: “En la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿Tú, pues, qué dices?” (Juan 8:5).
Jesús respondió: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra” (Juan 8:7).  Los escribas y los fariseos se fueron retirando uno a uno, hasta que no quedó ninguno.
Las personas en la multitud que querían condenar a la mujer no pudieron.  Pero Jesús, el único en la multitud que realmente tenía el poder de condenarla, no lo hizo.  Él luego le preguntó: “Mujer… ¿Ninguno te ha condenado?” (Juan 8:10).
Él habló estas palabras de gracia a ella, porque la amaba.  Además, al hacerle esa pregunta, Él le estaba dando la oportunidad de hablar palabras de no condenación para sí misma —“Ninguno [me condena], Señor” (Juan 8:11).
Jesús no solo le habló palabras de gracia, Él también le dio el regalo de la no condenación —“Yo tampoco te condeno.  Vete; desde ahora no peques más”.  Fue cuando ella recibió el regalo de la no condenación, que tuvo el poder para “ir y no pecar más”.
Hoy, tú tienes el regalo de la no condenación porque el Hijo de Dios fue condenado por tus pecados (Romanos 8:1).  Hoy, Dios no puede condenarte cuando pecas, porque Él es fiel y justo a lo que Su Hijo ha hecho.
Así que, si el diablo trata de convencerte de que Dios está enojado contigo cuando tropiezas y caes, solo dile: “¡Dios no me condena hoy, porque 2,000 años atrás Él ya condenó a Jesús en la cruz!”
Desafortunadamente, todavía escuchamos a las personas decir: “Vete y no peques más en primer lugar, luego, Yo no te condeno.”  Tal vez tú has estado diciéndote esto a ti mismo también.  Pero Dios dice: “Yo no te condeno.  Vete y no peques más.”  ¡Él te ha dado el regalo de la no condenación, para que tú tengas la fuerza para ir y no pecar más!
Pensamiento Del Día

Tú tienes el regalo de la no condenación porque el Hijo de Dios fue condenado por tus pecados.


jueves, 19 de febrero de 2015

El Amor De Dios Demostrado

Romanos 8:32
El que no eximió ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?
Cuando estamos pasando por una prueba, tendemos a preguntarnos “¿Dios realmente me ama?  ¿Cómo es que no me parece ver que me ama?”  Cuando esto sucede, es hora de traer la cruz, porque el amor de Dios por ti está expuesto para siempre en la cruz.
Dios entregó a Su Hijo a sufrir y a morir en la cruz, por ti.  Jesús fue traspasado en siete lugares, por ti —en Su cabeza por la corona de espinas, en Sus dos manos y pies por los clavos, y en Su costado y corazón por la lanza de un soldado romano.
Jesús usó la corona de espinas en Su cabeza para que tú puedas tener una mente sana, libre de temores, culpa, depresión, ansiedades y estrés.
Cuando Jesús mostró por primera vez Sus manos traspasadas por los clavos, a Sus discípulos, Él les dijo: “Paz a vosotros” (Juan 20:19-20).  Él quería que supieran que la paz se encuentra en Su obra terminada, representada por Sus manos traspasadas.  Cuanto más veas Su obra terminada, que ha comprado el perdón completo de todos tus pecados, más descanso y paz llenarán tu consciencia.
Los pies de Jesús lo llevaron a lugares en donde había carencias, enfermedades, rechazo, condenación, y hasta muerte.  Y esos pies fueron traspasados por clavos, para que tú no tengas que estar en esos lugares por ti mismo.  Él te ha rescatado de tener que aceptar y sufrir esas cosas en tu vida.
Sangre y agua salieron del costado de Jesús cuando fue traspasado (Juan 19:34).  Las ciencias médicas dirían que eso significa que Su corazón fue roto.  Jesús literalmente murió por el corazón roto, para que tú corazón pueda ser lleno de alegría.
Y así como Eva vino del costado de Adán cuando él estaba durmiendo, la novia de Cristo, la iglesia, vino del costado traspasado y muerte de Jesús.  Si Él murió para tenerte como Su novia sin mancha, Él vive hoy para cuidar de ti.
Amado, las únicas cosas hechas por el hombre que están hoy en el cielo, son las cicatrices en Su cuerpo.  Estas permanecerán para siempre como símbolo de Su amor eterno y Su pasión por ti.  Así que, ¡si Dios no eximió a Su propio Hijo, sino que lo entregó por ti, cómo no te dará también con Él todas las cosas!
Pensamiento Del Día

El amor de Dios por ti está expuesto para siempre en la cruz.


miércoles, 18 de febrero de 2015

Vence Las Probabilidades Con El Favor De Dios

Rut 2:2
Y Rut la moabita dijo a Noemí: “Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia.”  Y ella le respondió: “Ve, hija mía.
¿Te ves a ti mismo y en lo natural ves sólo carencias?  ¿Dices: “No tengo una buena educación”, “Soy pobre”, “Estoy demasiado viejo”, o “Soy divorciado”?  Tengo buenas noticias para ti.  ¡Como creyente comprado por sangre y como hijo de Dios, tú tienes el favor sobrenatural de Dios!    
En la Biblia, Rut era una pobre viuda moabita que se fue con su suegra para vivir en Belén, un pueblo judío cuyos habitantes marginaban a los moabitas.   Pero ella no permaneció abatida en la autocompasión y los lamentos por ser una viuda pobre de la raza incorrecta, que estaba en el lugar incorrecto.  En vez de esto, ella creyó que Dios iba a favorecerla y declaró: “Hallaré favor en el campo al que vaya a recoger espigas.”
En lo natural, Rut tenía todo en su contra.  Pero debido a que confiaba en el favor de Dios, ella no solo se convirtió en la esposa del hombre más rico de Belén cuando Booz se casó con ella, también se convirtió en la bisabuela de David y su nombre fue incluido en la genealogía de Jesucristo, aún cuando ella no era judía!  Eso es lo que el favor sobrenatural de Dios hizo por ella.  Esa es la clase de bendiciones que el favor sobrenatural de Dios puede darte.
Una miembro de la iglesia nos compartió como, debido a circunstancias imprevistas, ella iba tarde a una entrevista de trabajo.  Pero ella confesó el favor de Dios sobre ella antes de la entrevista, y milagrosamente los entrevistadores la preseleccionaron para una segunda entrevista.
Había aproximadamente otros 40 aspirantes que tenían la experiencia correcta. Y aunque ella no tenía experiencia relevante, por el favor de Dios, ella obtuvo el trabajo, el cual le llegó con una mejor paga, y un subsidio para automóvil, que cubría totalmente el préstamo por su auto.  Su nueva empresa, incluso quería a pagarle los gastos de combustible y del celular —¡todo porque ella creía y confesaba que tenía el favor de Dios!
No mires lo que no tienes en lo natural y veas carencias.  ¡Confía en el favor de Dios y verás bendiciones que tus habilidades naturales no pueden dar!
Pensamiento Del Día

¡Como creyente comprado por sangre y como hijo de Dios, tú tienes el favor sobrenatural de Dios!

martes, 17 de febrero de 2015

Vida Sobre El Sol

Juan 10:10
… Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Cuando no estás disfrutando de la vida en abundancia, sientes como si la vida te costara mucho trabajo.  En tu corazón, la vida es vacía y no tiene sentido.  Te sientes como alguien con “aflicción de espíritu” (Eclesiastés 2:11).
Pareciera como si nada de lo que haces te agrega algo.  La Biblia llama a este tipo de vida “bajo el sol” (Eclesiastés 2:11).  Alguien que vive la vida bajo el sol, puede o no puede conocer a Dios, pero Dios, sea que esté olvidado o no, es el centro de las cosas en su vida.  Sus pensamientos son terrenales y hace cosas para gratificar a su carne.  Al final, esta persona encuentra que la vida es deprimente e insatisfactoria.  La vida bajo el sol está llena de desesperación.
Pero esto no es así con alguien que vive la vida sobre el sol, con Dios.  Porque la vida con Él está llena de gozo y delicias a Su diestra (Salmo 16:11).  La vida está completa abundantemente y es buena, tal como Jesús lo prometió “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Cuando vives la vida sobre el sol, tus pensamientos están en el cielo y tú te haces ocupado por Cristo.  Vives para Él porque sabes que todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él (Colosenses 1:16).  Cuando vives para Su gloria, tu vida adquiere un nuevo significado y propósito.
La Palabra de Dios dice: “Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen” (Colosenses 1:17).  La palabra griega para “permanecen” significa “se conservan unidas”.  En Cristo, todas las cosas se conservan unidas.  Y es por eso que cuando Cristo es la figura central en tu vida, tú vas a tener todo junto.  Tu mente va a conservarse unida.  Tus sueños y esperanzas van a conservarse unidos.  Tu familia va a conservarse unida por las cuerdas de Su amor.
Tu vida no va a estar vacía, sino llena de la bondad de Dios, porque “Cristo en ti, es la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27).  Es una vida maravillosa —esta vida vivida sobre el sol.  ¡Y tú tendrás una aún más maravillosa vida por venir, en el cielo!
Pensamiento Del Día
Cuando Cristo es la figura central en tu vida, tú vas a tener todo junto.



lunes, 16 de febrero de 2015

El Señor Es Tu Refugio

Salmos 91:1-2
El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.”
Todos los días somos bombardeados con noticias sobre conflictos, desastres naturales, enfermedades y nuevas cepas de virus resistentes a los medicamentos.  También escuchamos de personas que han perdido a sus seres queridos en accidentes extraños.  Y nos preguntamos: “¿Habrá un lugar en donde pueda refugiarme de un mundo que ha vuelto loco?”
¡Si, lo hay!  Dios previó todas estas cosas y Él prometió en Su Palabra, protección de todos los males conocidos por el hombre.  No hay trampa que el diablo haya tendido, de la cual nuestro Padre no pueda liberarnos, si confiamos en Él y hacemos de Él nuestro refugio.  Esa es Su promesa en el Salmo 91.
Ya sea un terremoto a media noche, un francotirador loco, un virus desconocido, o el ataque de un terrorista, Dios dice: “No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día” (Salmos 91:5-6).
Debido a que has hecho de Él tu habitación, en este momento hay ángeles que cuidan ti (Salmo 91:9-11).  Ellos están atentos a la voz de la Palabra de Dios, por lo que tú debes darle voz a la Palabra de Dios.  Esto significa que tú debes estar de acuerdo y declarar lo que la Palabra de Dios dice acerca de Su cuidado y Su protección para ti.  Entonces, los ángeles serán enviados a servirte (Hebreos 1:14).
Mi amigo, no digas: “¡Si esto puede pasarle a ellos, también puede pasarme a mí!”  Di: Aunque caigan mil a mi lado y diez mil a mi diestra, ¡a mí no se acercará!” (Salmo 91:7).  El mundo dice que no puedes sino esperar peligro por todas partes.  Dios dice: “Tú estás en el mundo, pero no eres del mundo.  Tú tienes Mi protección porque tú eres Mío y estás en Mi”  (Juan 17:14-23).
Tú por fe tienes acceso al lugar secreto del Altísimo, en donde ninguna clase de mal puede tocarte.  No hay necesidad de temer por vivir en los tiempos finales, porque el Señor es tu refugio y tu salvación.  Su Palabra lo dice.  ¡Y aquellos que confían en Su Palabra completamente, encuentran que Su Palabra es verdadera completamente!
Pensamiento Del Día

El Señor es tu refugio de toda clase de mal que el hombre conoce.